Luego que diera por terminado el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), el presidente estadounidense Donald Trump aseguró tener presente que la situación para los beneficiados, por lo que aseguró que “tendrá corazón y compasión” para no desamparar a alrededor de 800 mil jóvenes indocumentados.
“Resolveremos el tema de DACA con corazón y compasión, pero a través del proceso democrático legal, mientras al mismo tiempo nos aseguramos de que cualquier reforma migratoria que adoptamos ofrece beneficios duraderos para todos los ciudadanos estadounidenses", dijo el mandatario a través de un comunicado.
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Según el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, existe un estimado de entre 30 y 60 mil jóvenes salvadoreños que estaban inscritos al DACA, por lo que es un tema que preocupa tanto a jóvenes como familias en El Salvador.
El programa nació en 2012 bajo el mandato del expresidente Barack Obama, luego de tener dificultades en la aprobación de una reforma migratoria y tras intentar en repetidas ocasiones que el Congreso norteamericano protegiera a los niños de ser deportados.
Por su parte, Trump justificó su decisión alegando que algunos de esos jóvenes "se convirtieron en miembros de pandillas violentas en todo el país", como la Mara Salvatrucha (MS-13), uno de los grupos pandilleriles más violentos del continente según organismos criminológicos internacionales. Contra ellos es que el mandatario ha iniciado una ofensiva policial.
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El presidente estadounidense ha recibido duras críticas por su decisión de cerrar el programa DACA, a lo que él ha respondido que "no está a favor de castigar a niños, que en su mayoría son ahora adultos". Aseguró que solo busca hacer respetar las leyes de su país para reconocer que no se trata solo de una tierra de "oportunidades" sino también de una "nación de leyes".
