El Salvador se encuentra en un año preelectoral y el tiempo para conocer al próximo presidente de la República se acorta. A su paso, por parte de la clase política oficialista y de oposición, acrecienta el interés por convencer quién es el más idóneo —o el menos— para llevar el timón del país.
En los últimos meses, diferentes casas encuestadoras han consultado a los salvadoreños sobre su intención de voto y la polémica reelección presidencial del actual mandatario, Nayib Bukele. Los resultados han despertado las críticas de algunos sectores de la sociedad, pues todo apunta a que Bukele sigue siendo el preferido de la población.
Al menos, la más reciente encuesta de TResearch International, la agencia especializada en estudios de opinión, expone que el 93.9 % (de los mil encuestados) indica que votaría por Bukele, para las elecciones del 4 de febrero de 2024. Esto en respuesta a la interrogante: “¿Votaría o no votaría por Nayib Bukele en caso de que pueda reelegirse?”, que da una perspectiva de cómo se encuentra la opinión pública hasta el mes de febrero de este año, en torno a este tema.
Mientras que los resultados del último estudio que realizó el Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), reflejan una percepción más negativa de la reelección de Bukele, pues el 62.2 % (de 1,263 entrevistados) respondió en febrero de 2023 estar de acuerdo, ante la consulta: “Está de acuerdo o en desacuerdo con la reelección del presidente Nayib Bukele para las elecciones del 2024?”. En octubre de 2022 tuvo un porcentaje más alto la misma interrogante, de un 77.2 %, lo que se traduce en una disminución de 15 puntos porcentuales a comparación con los recientes datos.
No obstante, pese a estas variaciones, las encuestas han demostrado que persiste el interés mayoritario de que Bukele asuma un mandato consecutivo en la presidencia. Sin embargo, la pregunta no es si la población desea un periodo consecutivo, sino si la Constitución lo permite.
Mucho se ha hablado de este asunto, y no está demás decir que será imposible que las opiniones apunten hacia una misma dirección, ya que hay quienes que afirman que la Carta Magna salvadoreña es expresa en cuanto a la prohibición de la reelección inmediata y, desde el otro extremo, están los que aseguran que los artículos que hacen referencia a este tema habían sido mal interpretados por años.
Si hay algo en lo que deba hacerse énfasis, es que ninguna opinión a favor o en contra prevalece sobre el máximo tribunal competente a la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las leyes del país: la Sala de lo Constitucional. Lo que emana de esta Sala es de estricto cumplimiento y es la única entidad estatal que tiene el poder de dar el aval o no de una reelección inmediata, a través de la interpretación de los artículos de la Constitución.
Y esto es algo que ya ocurrió el 3 de septiembre del 2021. Los magistrados de este tribunal dieron luz verde para que cualquier presidente pueda reelegirse consecutivamente, bajo ciertas condiciones. Claramente, es una sentencia que beneficia principalmente a Bukele, pues sería el primero en aprovechar esta nueva interpretación constitucional.
Por el momento, el panorama de la legalidad y el apoyo popular juega a su favor. Y no es para menos, el mismísimo Bukele anunció el 15 de septiembre del 2022 (fecha en que se conmemora el Día de la Independencia en El Salvador y la región Centroamericana) su intención de postularse a la candidatura presidencial, para aspirar a un periodo más en los próximos comicios.
Es por ello que las elecciones del 2024 serán sin precedentes. Desde el inicio de la imperfecta vida democrática de El Salvador, luego de los Acuerdos de Paz de 1992, nunca fueron dadas las condiciones legales y populares para que un mandatario pueda reelegirse consecutivamente. Ahora existe la posibilidad. Queda en manos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) garantizar unas elecciones limpias y transparentes, que respeten la decisión de la población salvadoreña.