Hace 12 años Sonia Tabora se convertía en madre por primera vez. Tenía 21 años y no contaba con que ese sería el principio de una pesadilla que la haría enfrentarse a la muerte de un ser querido, a la cárcel y a una criminalización que acabó este 13 de febrero.
El 19 de febrero de 2005 Sonia dio a luz a una niña en medio de la nada en un cantón de La Libertad, cuando su hermana la encontró, ya avanzada la noche, Sonia estaba con sus piernas ensangrentadas y en shock, no respondía a las preguntas que le hacían. La llevaron a un hospital, el más cercano quedaba a aproximadamente dos horas, y ahí determinaron que ella había dado a luz.
Un grupo de médicos y policías se dirigieron a la zona donde Sonia fue encontrada y descubrieron el cuerpo de una niña, a quien intentaron reanimar pero fue en vano. En ese momento todos acusaron a Sonia de haberla asesinado y desde ese momento empezó la odisea que la llevó a estar siete años con cinco meses en prisión por el delito de homicidio agravado.
Sin embargo, al cadáver de la niña nunca le practicaron una autopsia que determinara la causa de su muerte o, incluso, que esta hubiese nacido viva, fue este argumento en el que dos juezas y un juez centraron su atención para dejar en libertad absoluta a Sonia.
“No hay autopsia, la Fiscalía sería irresponsable en decir que (la niña) nació viva (“¦) Por tanto la Fiscalía pide que se resuelva apegado a derecho”, fueron las últimas palabras que la representante de la Fiscalía General de la República (FGR) dijera ante los tres jueces que conocieron el caso de Sonia, versión que fue secundada por el abogado defensor de Sonia, Víctor Hugo Mata.
Cinco veces ante un tribunal
Sonia llegó a los tribunales nerviosa, con cara compungida, cabizbaja y con su hijo de dos años en sus brazos; esperó más de ocho horas para conocer la decisión de los tres jueces, sin mayor expresión en su rostro escuchó atenta cada palabra emitida por los jueces, la fiscal y su abogado defensor.
Este 13 de febrero Sonia estaba por quinta ocasión ante un tribunal para definir su suerte. La primera fue en 2005, cuando fue condenada; la otra, en 2012 cuando quedó en libertad; en 2015 cuando leyeron de nuevo su caso; luego en 2016 cuando se suponía se definiría si queda o no en libertad la audiencia fue cancelada porque faltaron jueces y fue reprogramada para noviembre pero también se canceló.
¿La razón por la que estuvo de nuevo ante la justicia? Por orden de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), misma que se anuló la sentencia en la que fue absuelta, argumentando que en la resolución se había infringido un principio constitucional establecido en el antiguo Código Penal, ya que uno de los tres jueces que condenaron a Sonia en 2005, siente años después también fue uno de los que decidió absolverla, escenario que no es posible según lo dicho por la Sala. Por lo que ordenó una nueva audiencia.
Diversos exámenes psicológicos realizados a Sonia determinaron que ella sufrió daños emocionales y físicos dentro de la cárcel, por lo que los jueces ordenaron que el Estado salvadoreño deberá resarcir los daños ocasionados a la mujer durante la época que estuvo en prisión.
Palabras de Sonia luego de ser absuelta
Aborto, una condena para las mujeres
En El Salvador, hasta 1997 la ley permitía solo tres tipos de abortos: el aborto terapéutico, cuando la vida de la mujer estaba en peligro; eugenésico, cuando la vida del feto no era viable debido a malformaciones; y el ético, cuando el bebé es producto de una violación o incesto.
Pero con las reformas legales hechas entre 1998 y 1999 la prohibición absoluta ha afectado, según la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, a mujeres de escasos recursos, de bajo nivel escolar y de zonas rurales.
Sonia es una de las mujeres por las que la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Ético, Eugenésico y terapéutico ha luchado para que dejen de ser criminalizadas por delitos relacionados a la penalización absoluta del aborto.
Entre las mujeres que han recuperado su libertad están Mirna, Guadalupe, Carmelina, Arely, María Teresa y Santos, seis mujeres que han quedado en libertad después de que en 2014 la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto lanzara la campaña “una flor para las 17”.
La campaña abogaba en primer momento por la libertad de 17 mujeres y pedían el indulto para ellas; s in embargo ahora llamada las 17 y más, tiene el mismo objetivo: abogar por la libertad de mujeres que han sido condenas por aborto, pero investigaciones de le entidad arrojaron que en realidad ellas habían sufrido complicaciones obstétricas que derivaron en la pérdida del feto
El debate en torno a este tema en El Salvador es fuerte, algunos abogan por las causales permitidas hasta antes de 1998, otros aseguran que nada debe reformarse porque la vida debe defenderse desde la concepción, sin importar las consecuencias en la salud de la madre.