Miembros de la Asociación Salvadoreña de Trabajadores Municipales (ASTRAM) desmintieron este jueves que haya despidos masivos, y aclaran que lo ocurrido ayer en la Alcaldía Municipal de San Salvador, son despidos de 14 puestos de confianza impuestos por el FMLN y que a raíz de los conflictos con el edil, Nayib Bukele, comenzaron presuntamente a criticar a la institución y el trabajo municipal.
ASTRAM aseguró también que no se tratan de 40 despidos tal y como lo denunciaron ayer concejales efemelenistas encabezados por la síndica Xochitl Marchelli, quienes calificaron la decisión de “venganza política” tras la expulsión de Bukele del FMLN.
“No ha habido despidos ni habrán despidos, lo que hay es un cese de funciones para los cargos estratégicos que son de confianza y que la Ley de la Carrera Administrativa los contempla así”, expresó Rolando Castro, secretario general de ASTRAM.
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Castro explicó que debido a la descentralización de la alcaldía en seis distritos, hay quienes consideran a cada director de distrito como un alcalde “en pequeño” por el control geográfico, político y territorial que tienen.
“El alcalde nos planteaba ayer que esta gente ya anda hablando cosas malas y feas de la institución, no puedo tener representación en el municipio, a gente que ande hablando mal de la Alcaldía siendo servidores públicos”, explicó Castro.
Sostienen que el edil capitalino se reunió con ellos como representantes sindicales de los empleados de la comuna, y les garantizó que no habría despidos para los trabajadores, así como garantías laborales. Castro dijo que ellos como ASTRAM no defienden puestos de confianza, sino a empleados de “la clase trabajadora”.
“La síndica municipal sigue mintiendo y que esos 40 que dice a lo mejor eran los que ella tenía configurados para despedir, pero ayer por acuerdo de Concejo, esos despidos no pasan de 14 personas”, aclaró.
Miembros de ASTRAM hicieron un llamado al alcalde Bukele y a los partidos políticos a evitar entrometerse en el trabajo institucional de la comuna, y pidió resolver sus diferencias políticas en sus sedes particulares y no trasladar esos problemas a la alcaldía.