El experto en temas de seguridad y criminología, Ricardo Sosa, consideró este lunes que la vorágine de violencia que infecta El Salvador, no es consecuencia del conflicto armado (1980-1992), sino de un proceso de larga data, “desde antes de la conquista española”.
“Desde antes de la conquista, según la historia, existió la violencia e intolerancia de nuestros antepasados. Posteriormente se dio la conquista española y junto a ella maltratos, engaños, deseos de venganza, abusos contra mujeres, sometimientos y otros problemas”, explicó Sosa.
El incremento de la violencia en el país ha sido desarrollado mediante procesos cíclicos entre 30 y 40 años atrás, los que han logrado afectar a generaciones completas. La falta de perdón, de reconciliación, reparación de daños, la ausencia de justicia penal y restaurativa son los principales factores que agravan la espiral de violencia, de acuerdo al experto.
Lea: El precio de la violencia en El Salvador.
El Salvador, aunque pequeño de territorio, es catalogado como uno de los países más violentos del mundo. Es, además, el primero en la lista de la región centroamericana. En 2015 la tasa de homicidios fue de 104 por cada 100 mil habitantes; en 2016 bajó a 80.2; sin embargo, para el índice Global de Paz (IGP), el país sigue infectado de una epidemia de violencia.
“En medio de cada etapa que ha vivido el país los factores criminógenos han estado y siguen presentes en la sociedad sin ser atendidos [“¦], por eso siempre hay regresiones, porque el ser humano emula el pasado”, acotó.
Sosa explicó que en la actualidad se pueden evidenciar situaciones que eran características claras del conflicto armado, como las muertes con saña, desmembramientos, desapariciones forzadas, cementerios clandestinos, graves violaciones a derechos humanos y el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del orden.
“Para evitarlos debería de existir una profunda refundación del país, tanto en lo económico, lo social, cultural y educativo; atacando los factores criminógenos y atendiendo la prevención en la niñez ahora”, manifestó el experto.
Lea: La violencia: mala consejera.
Recientemente, el exsecretario de Cultura de la Presidencia y antropólogo social, Ramón Rivas, señaló que la violencia en el país se derivó de diferentes problemas estructurales que se fortalecieron de la desigualdad e injusticia social.
“Ciertamente el problema de la violencia en nuestro país es una herencia del reciente pasado histórico, con un enjambre de implicaciones que lo han vuelto sumamente complejo, y eso no lo podemos negar”, dijo Rivas.
Además descartó que el factor étnico, genético o comportamientos violentos de la sociedad sean incidentes de la violencia que se ha desatado en el país.
La violencia se trata de un fenómeno que conlleva procesos histórico-sociales de larga data en la historia nacional, y que forma parte de la mentalidad colectiva del país. Según el exfuncionario, “su resolución no es tan expedita ni fácil de implementar”.