“En mi calidad de presidente y de comandante general de las Fuerzas Armadas pido perdón a ustedes y a sus familias por todos los actos que les afectaron”, fueron las palabras con las que el mandatario Salvador Sánchez Cerén se dirigió, este miércoles, a centenares de víctimas y familiares de víctimas del conflicto armado que duró 12 años en El Salvador.
Agregó que como Gobierno han asumido el compromiso para que los hechos “dolorosos” de la guerra “nunca vuelvan a ocurrir” en El Salvador. Esta es la segunda ocasión en la que un mandatario salvadoreño pide perdón a las víctimas de la guerra, el primero fue el expresidente Mauricio Funes en el año 2012. Tanto Sánchez Cerén como Funes llegaron al poder por el partido de izquierda, FMLN.
El acto en el que Sánchez Cerén se dirigió a las víctimas fue durante el lanzamiento del Transferencia Monetaria para Víctimas de Graves Violaciones a Derechos Humanos durante el Conflicto Armado, con el cual les entregarán mensualmente 50 dólares a víctimas mayores de 55 años; y 15 dólares a quienes tengan menos de esas edad; esto como una manera para resarcir los daños causados.
“Somos conscientes de que no se puede compensar de ninguna forma el dolor y los padecimientos sufridos por miles de familias salvadoreñas, pero estas cantidades que el Estado entregará mensualmente a cada familia representan un simbólico reconocimiento de ese dolor, de ese sufrimiento con el cual solidariamente nos identificamos como gobierno”, expresó Sánchez Cerén.
Las medidas de reparación económica están establecidas en el Decreto Ejecutivo 204, creado en 2013, el cual señala que debe ser prioridad del Estado realizar medidas de dignificación, acceso a la salud, educación y seguridad alimentaria; además de reconocimiento de la verdad, justicia, peticiones de perdón y mecanismos compensatorios económicos.
La entrega del dinero se realizará por medio del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) y dará cobertura a 134 municipios del país en los cuales se han identificado un total de 6,235 personas víctimas y sus familias potenciales participantes del Programa.
Según datos de informes internacionales el conflicto armado salvadoreños dejó 75.000 personas muertas; 8.000 desaparecidos y cerca un millón emigró especialmente a Estados Unidos.
