José Antonio Molina Nieto, párroco de la iglesia de la Santa Cruz de Roma en Panchimalco, fue sobreseído por el Juzgado Sexto de Sentencia del delito de agresión sexual que enfrentaba, luego que la supuesta víctima de 36 años de edad se retractara de las acusaciones que hacía en contra del religioso.
El religioso aseguró que siempre estuvo confiado que la verdad saldría a la luz y confió que prevalecería su inocencia.
Ante esta situación, Molina Nieto criticó al arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, por la postura que tomó al condenarlo antes de tiempo y no respaldarlo durante el proceso.
“Hoy termina este proceso, espero que se reconozca que ha habido un error. No sé si el arzobispo va a resarcir el daño que se me causó a mí, a mi familia y a la iglesia”, expresó.
Recordó que la decisión de la Arquidiócesis de San Salvador de suspenderlo fue tomada el 26 de septiembre de 2016 tras un proceso canónico, pero le fue notificado hasta el 1 de noviembre.
“Por eso hasta ha habido reclamos del clero contra él… La feligresía y mis compañeros sacerdotes me han apoyado. Me ha dolido este proceso que se me ha seguido en el Arzobispado. El arzobispo está obligado a aclarar este caso moralmente. No busco hacerle daño”, manifestó Molina Nieto.
La causa contra él, explicó, se inició tras la denuncia de dos hermanas menores de edad que lo acusaron de agresión sexual pero que luego admitieron que mintieron. Luego hizo lo mismo Isaí Ernesto Mendoza Martínez.
El hombre dio sus disculpas públicas y pidió a la jueza que le envíe un informe al arzobispo de San Salvador y a la Nunciatura Apostólica para que hagan gestiones para que Molina Nieto sea reinstalado en su trabajo sacerdotal.