La expresidenta de Brasil destituida en 2016, Dilma Rousseff, rechazó este jueves la orden del juez Sergio Moro de bloquear los bienes del expresidente brasileño Luiz inácio Lula da Silva, condenando a nueve años y medio de prisión por crímenes de corrupción. Rousseff reiteró que se trata de una persecución judicial.
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Mediante su cuenta en Twitter, Rousseff denunció que secuestrar una propiedad es una persecución y una nueva injusticia. Al mismo tiempo que extendió su solidaridad con el exmandatario.
"Secuestrar el inmueble en que Lula vive con la familia y bloquear sus cuentas personales es una persecución. Una nueva injusticia", escribió en sus redes sociales la exmandataria.
Este miércoles se conoció la decisión del juez Moro de embargar tres apartamentos, un terreno y dos vehículos del ex efe de Estado, como también sus cuentas bancarias, en las que según los despachos judiciales se mantenían más de 600.000 reales.
"Reinado de la "justicia del enemigo" retratado en esa arbitrariedad. Una vez más mi solidaridad a Lula", añadió Rousseff.
La expresidenta fue señalada de culpable el 31 de agosto de 2016, por corrupción por el Senado de su país, y fue apartada de forma definitiva de sus funciones como líder Ejecutiva.
Con informes de TeleSur