Remesas familiares o cualquier capital que ingrese a El Salvador desde el extranjero estará libre del pago del Impuesto sobre la Renta. Así quedó establecido en la reforma a la Ley de Impuesto sobre la Renta, aprobada ayer en la Asamblea Legislativa, con el objetivo de “incentivar la inversión nacional y extranjera, esencialmente en el sector financiero”.
La iniciativa busca eliminar las barreras administrativas y tributarias que, según los diputados, actualmente enfrentan los movimientos de capitales internacionales destinados a beneficiarios en el país, considerando que estos imponen costos elevados a los receptores, generando desincentivos para la inversión tanto nacional como extranjera.
La reforma se centra en modificar el artículo 3 de la referida Ley, específicamente incorporando un numeral 4) que establece que los valores recibidos en el exterior y cualquier movimiento de capital, remuneración o emolumento, en dinero o especie, derivado de inversiones nacionales o extranjeras, no constituirán rentas gravadas.
Este cambio implica la exclusión de la aplicación del mecanismo de determinación de la proporción de costos y gastos establecida en el artículo 28 para aquellos sujetos pasivos que obtengan rentas gravadas.
Adicionalmente, a partir de la entrada en vigencia de esta reforma, se derogarán diversos aspectos de la legislación actual, como los incisos sexto, séptimo y octavo del artículo 14-A, referentes a las rentas obtenidas de títulos valores e instrumentos financieros en el exterior, así como disposiciones relacionadas con rendimientos de títulos valores en el ámbito local.
También se elimina la regulación vinculada a rentas no gravables, exentas o no sujetas obtenidas en el extranjero por contribuyentes salvadoreños.
