martes, 16 abril 2024

Que el pueblo os premie si no que os lo demande

¡Sigue nuestras redes sociales!

Como cuando, al finalizar un evento deportivo estelar, queda el escenario en condiciones deplorables y muy  complicado: triunfadores satisfechos, perdedores descontentos, aplausos, rechiflas, insultos, objetos sin rumbo de aquí­ para allá… así­ podrí­a compararse, figurativamente, la actual situación post electoral del paí­s, después de elegidos el Presidente y Vicepresidente de la República, para el perí­odo 2019-2024.

Pasada la euforia, los triunfadores se dedican a lo suyo, mientras los perdedores, aunque con visible desencanto -con excepción todaví­a de algunos de ellos- aceptan el resultado, en espera de la nueva oportunidad. Es lo normal. Lo acostumbrado. Es la experiencia y la expresión de la polí­tica, aquí­ y allá: ahora te tocó a tí­, mañana me tocará a mí­. Así­ debiera ser siempre para bien de la población; pero, lamentablemente, no es así­…

Independientemente de que si el evento fue bueno o malo y si los elegidos también, es un hecho consumado. La mayorí­a electora salvadoreña, lo decidió. Acertado o desacertado, es cuestión de esperar. Será esa misma mayorí­a, la que pasará la factura en su oportunidad, si fuere necesario.  Y, como se estila en las juramentaciones: que el pueblo os premie, si no que él mismo os lo demande…

Los que -de todas las tendencias polí­ticas- aún no digieren la derrota,  si en el caso del ala conservadora (derecha, le dicen todaví­a) el afán es generar y apoyar acciones de desestabilización al nuevo gobierno, eso deslegitima los principios democráticos y de libertades que dicen defender; de igual manera, si hace lo mismo la otra tendencia (la diz que de izquierda), mostrará también una conciencia antipopular y antidemocrática, contario a la identificación con el pueblo que pregonan sus principios. En ambos casos, cosa triste para el rodaje socio-polí­tico del paí­s…

Siempre será mal disparo cuando se apunta al lí­der opositor desafecto, pero se le pega al pueblo en pleno pecho… porque, el daño, la burla, el insulto de unos y otros, las ironí­as y reproches a estas alturas ya no son -ni serán- contra el nuevo gobierno, ni contra el Presidente y Vicepresidente, sino -y de manera nada fraterna- contra el sufrido y heroico pueblo salvadoreño, especialmente para la mayorí­a de electores salvadoreños que optaron por la nueva opción. Si no hay fallas ni incumplimientos, el pueblo lo premiará si no lo demandará…

La mayorí­a electora del pueblo, desde su vocación fraterna, esperarí­a agradecida que, ya consumada la elección, cesen las expresiones revanchistas y de odios insanos; sobre todo, los -como nunca- pronósticos fatalistas, descalificaciones como bumerang e insultos personales y profesionales, que ya no tienen sentido y, en cambio, demuestran frustración y, sobre todo, menosprecio a la voluntad de un pueblo sufrido, que -equivocado o no- siempre irá en busca de su total redención… aparte de que, si se adversa esa voluntad popular ¿de cuáles principios democráticos estarí­amos hablando…?

Nunca los juicios anticipados  -los prejuicios- son buenos. Y más, como en el caso actual del paí­s, si en ellos proliferan los pronósticos fatalistas, la falacia y los insultos, generados ya sea por odio personal o por cuestiones polí­ticas, siempre el afectado será el pueblo salvadoreño.

Necesarios como son los pesos y contrapesos dentro del sistema democrático, la tarea es promover, patrióticamente, la existencia de las corrientes polí­ticas -la coexistencia pací­fica- en un clima de debate y contra réplicas de altura. Con ello se logrará, además, la tranquilidad personal y la satisfacción polí­tica de los habitantes, condiciones tan necesarias -ahora más que nunca- para bien del paí­s.

Ni vencedores ni vencidos, El Salvador anhela paz, progreso y armoní­a social. Lo demás vendrá por añadidura… 

¡Hola! Nos gustaría seguirle informando

Regístrese para recibir lo último en noticias, a través de su correo electrónico.

Puedes cancelar tu suscripción en cualquier momento.

spot_img

También te puede interesar

Participe con su comentario

Renán Alcides Orellana
Renán Alcides Orellana
Académico, escritor y periodista salvadoreño. Ha publicado más de 10 libros de novelas, ensayos y poemas. Es columnista de ContraPunto
spot_img

Últimas noticias