Paulino Espinoza nos presenta un valioso rescate musical de la memoria histórica salvadoreña. Este libro profundamente, arraigado en la historia política del conflicto armado, se nutre de sus vivencias como testigo directo de los acontecimientos.
El concepto “de dar fe” se desdobla en dos acepciones fundamentales. En primer lugar, desde una perspectiva jurídica simboliza la autenticidad y veracidad de los hechos documentados los cuales han sido inmortalizados en canciones y relatos reforzando su valor histórico y testimonial. En segundo lugar, dar fe adquiere una dimensión teológica y colectiva reflejando cómo un pueblo entero, inspirado por las enseñanzas de Jesucristo y la Biblia, se movilizó para vivir en solidaridad, amor al prójimo y en la construcción de una sociedad digna y justa.
Esta dualidad se funda en la figura de los mártires como Rutilio Grande y monseñor Romero quienes simbolizan el compromiso de fe y la práctica de vida de un pueblo en un momento crucial de su historia.
Sobre el trabajo de Espinoza, que se basa en su tesis de maestría en teología latinoamericana, el doctor Vinicius de Carbalho, musicólogo y coordinador del programa de cátedra de la Circle U y del King College London, ha dicho “Aquí encontramos la lectura de la poesía iluminando la historia y el testimonio iluminando la historia e iluminando la poesía y también la historia, ella misma, iluminando la interpretación.
De igual manera la doctora Teresa Danger se ha referido a esta obra diciendo “en estos tiempos de mucha negación hacen falta trabajos así, de recuperación de la memoria. Desde esta perspectiva comprometida, la canción testimonial es un instrumento de denuncia y anuncio, desde la identidad cultural con un enfoque de colonial”
El libro se divide en siete apartados y analiza 70 canciones salvadoreñas que van desde el canto campesino, surgido en las luchas reivindicativas de finales de los años 60, pasando por la música popular influenciada por el movimiento de la nueva canción latinoamericana y la trova, hasta las canciones con un marcado estilo de rock, hip hop, salsa y fusión.
El libro parte de un análisis teológico e histórico de los procesos vividos en América Latina y, de manera particular, en El Salvador a partir de los años 60 destacando las transformaciones ocurridas en la Iglesia desde la inspiración de Vaticano II, Medellín y el testimonio profético de Rutilio Grande y San Romero.
El que sean siete apartados para setenta canciones no es algo gratuito, El Salvador tiene pendiente en su historia el resolver las causas que lo llevaron al conflicto armado ocurrido entre 1980 y 1992, temas fundamentales que por no haber sido resueltos todavía inciden de manera determinante en nuestra realidad actual.
Situaciones que siguen siendo una agenda pendiente que no podrá ser resuelta sin haber pasado primero por un proceso de justicia, de reparación a las víctimas y de perdón, tal y como aparece en el relato de Mateo: Pedro se acercó a Jesús y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —contestó Jesús—, víctimas que ya han dado sobradas muestras de generosidad en el perdón pero que aún siguen esperando justicia.