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Preguntas imaginarias al Comandante

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"¿Qué se sentía matar, Comandante? Revitalizador ¿verdad?, la sangre del enemigo le inyectaba ánimos, la revolución es un vampiro alimentándose de la sangre de los lacayos del capital": Gabriel Otero

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Por Gabriel Otero


Sonríale a la cámara, Comandante, no se sienta acosado, es una lente y un flash, no los confunda con los destellos de los Hueys en picada, nadie lo va a bombardear, le haré cuestionamientos incómodos, los usuales, los que usted ya sabe, yo soy un equis o un ye representando la vox populi, la vox dei, a esos ojos ciegos que lo vieron en su pretendido ascenso a la redención de los caudillos.

¿Qué se sentía matar, Comandante? Revitalizador ¿verdad?, la sangre del enemigo le inyectaba ánimos, la revolución es un vampiro alimentándose de la sangre de los lacayos del capital, nótese la carga ideológica de la imagen para sentirnos en confianza.

Comandante, qué tiempos aquellos, pero recuerde que ahora es gobierno, que pena que su legado sea una camisa apretada estrangulándole el cogote, pero es, como usted dice, su derecho por haber participado en el proceso.

Hoy, Comandante, es el retrato de la moderación, ría, carcajéese, respire y convenza a todos que tiene limados los dientes.

Usted es duro, Comandante, un gran y justo guerrero no debe darse el lujo de escarapelar cicatrices, usted es práctico, el disfraz de civil es una losa, los camuflajes con lodo y hojas son la nostalgia abandonada en la montaña.

Usted es parte del pasado, Comandante, me lo imagino ortodoxo y estólido, los guerrilleros y los locos son dignos de respeto, ambos monologan y gritan incoherencias.

Comandante, ¿cuál era el plan dictado por el petit comité y la asamblea revolucionaria?, la guerra popular prolongada libre de revisionistas, esos parásitos del materialismo histórico inmerecedores de la vida, pequeños burgueses, intelectuales de cerveza y café que discuten y planean, hablan y se esconden, desviaciones del hombre nuevo, nada que ver con el valiente matador de canallas (1) desterrando tiranías.

¿No se arrepiente, Comandante? al poeta ejecutado le regalaron la inmortalidad, le llegó como el agua de mayo. Lo exterminaron antes de cumplir su cuarta década.

Diga, Comandante:

“¿Qué hacer si sus peores enemigos
son infinitamente mejores
que usted?

Eso no sería nada. El problema surge
cuando los mejores amigos
son peores que usted.

Lo peor es tener sólo enemigos.
No. Lo peor es tener sólo amigos.

Pero, ¿quién es El Enemigo?
¿Usted o sus enemigos?

Hasta la vista,
amigo.” (2)

Comandante, las intrigas, dogmatismos y torpezas, tan propias de sectores de la izquierda salvadoreña, causaron el “ajusticiamiento” del poeta eufemismo vil y llano de asesinato, verbo recurrente en la retórica revolucionaria, ¿qué argumento es válido frente a una pistola, escopeta, metralleta, o lo que sea?, sé que usted me responderá que es consecuente y por ende actuó como tal.

Por cierto, lleva 35 años de vivir en las entrañas del gran pez, ¿ya se acostumbró Comandante? (3)

___________________

(1) La imagen es de Silvio Rodríguez en Canción del Elegido

(2) Conversación Tensa de Roque Dalton, poema de Un libro levemente odioso

(3) En realidad el excomandante lleva 48 años viviendo en las entrañas del gran pez. El texto fue escrito y publicado en 2010 como un homenaje a Roque Dalton y sigue teniendo vigencia. En 2023 a pesar de la petición de la familia Dalton de localizar sus restos, sus asesinos siguen sin confesar los hechos.

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Gabriel Otero
Gabriel Otero
Escritor, editor y gestor cultural salvadoreño-mexicano, columnista y analista de ContraPunto, con amplia experiencia en administración cultural.

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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