Firmada la paz en El Salvador y finalizados trece años de matarnos entre salvadoreños, sin haber vencidos ni vencedores, durante los que el gobierno de James Carter destruye la productividad del país demandando la reforma agraria, la estatización de la banca, el comercio exterior y suspende el abastecimiento de armas a la fuerza armada; todas acciones que auxiliaron a los terroristas.
Hoy no me queda la menor duda de que la intención de James Carter era la de entregar a El Salvador a los terroristas.
Tiempo le faltó para completar su plan, pues Ronald Reagan toma la presidencia y El Salvador del Mundo protege al pueblo salvadoreño que bajo las balas va a las urnas y con su voto les dice NO a los terroristas. El valiente pueblo junto a su fuerza armada evitó se estableciera un gobierno totalitario como el de Nicaragua.
George H. W. Bush exige al gobierno de Alfredo Cristiani después de la última ofensiva terrorista, que el FMLN por decreto sea reconocido como partido político. El FMLN responsable de decenas de miles de muertes y la destrucción del país, no tenía la capacidad de cumplir con el requisito de ley para ser partido político.
Las traiciones sufridas, más de setenta mil muertos la mayoría de la generación de 1946 – 1964 y entre ellos fallecen “de forma casual” los tres líderes políticos de entonces Duarte, Ungo y d’Aubuisson con un año exacto entre la muerte de cada uno. ¡Fortuitamente solo sobre vive Handal! el terrorista, secuestrador, asesino y quién ordena la purga dentro de la guerrilla. ¿Por qué? ¿Esperaban Bush y los globalistas que sin líderes opositores los comunistas alcanzarían la presidencia? Pero nuestra generación en las urnas se los negó.
Durante los años de guerra no comprendía el porqué de la actuación de Carter y Bush quién como vicepresidente demanda el fin de los escuadrones de la muerte, los que la CIA financia cuando él era su director.
Años más tarde otra duda surge en mi mente al darme cuenta de que yo tenía la bendición de ser de los pocos sobrevivientes de mi generación. ¿Entonces me hice la pregunta. ¿Por qué esta estúpida guerra se dedicó a exterminar nuestra generación y repartirla por todo el mundo? ¡Debía existir una razón!
Esta pregunta permaneció en mi mente desde mediados de los ochenta, la consulté con varios amigos y nunca tuve respuesta. Es hasta este mes de junio del 2020 que la respuesta se me ofrece.
Para lograr el establecimiento del gobierno mundial el valladar final a destruir es nuestra generación debido a lo enraizado de las tradiciones cultura, religión, moral y nacionalismo inculcadas. Esta generación en todo el mundo no abrazaría la cultura globalista proaborto, pro-esterilización, anti-religión, de irrespeto a autoridades, actividades ilícitas, aumento al consumo de drogas; aceptación del matrimonio del mismo sexo, pandillas, criminalidad, corrupción, etc., que se imponían desde los años sesenta.
Éramos el último valladar que podía detener su plan global.
Lo que ignorábamos era que el plan para acabar con esta generación se diseñó décadas atrás. Y otra parte de este plan globalista que hoy conocemos se hizo pública en la universidad de Georgetown por el Dr. Fauci en el 2015. ¡Cuando advierte que el gobierno electo en el 2016 en Estados Unidos de Norte América sufrirá una pandemia!
Además de lo advertido y que vivimos, otras condiciones debían darse como la de que el Reino Unido no abandonara la Unión Europea, el que Hillary Clinton ganará la elección, que el PRI o el PAN gobernaran México, que ARENA o el FMLN gobernaran El Salvador y otras.
Amigo lector has una pausa e imagina por un momento este panorama …
Las consecuencias de la pandemia se duplicarían o quintuplicaría y ¿Quiénes son los más afectados por el virus chino? La misma generación que viene muriendo con las guerras terroristas en todo el mundo. ¿Qué casualidad verdad?
En el panorama imaginado la generación 1946 – 1964 estaría desapareciendo y para el año 2024 la fuerza moral para detener el establecimiento del “gobierno mundial” estaría debilitada y posiblemente la generación sobreviviente no lo hubiesen podido evitar.
Entonces la burocracia europea y norte americana estarían sometidos al partido comunista chino país que para el 2024 se esperaba fuera la potencia económica y militar del mundo.
¿Qué opinas de lo escrito amigo lector?
(*) Ernesto Panamá es Escritor
