Por Alessia Genoves
Diversidad humana es un concepto adoptado en la Política de Género de la Universidad de El Salvador (UES), para responder, entre otras cosas, a objetivos relacionados con la “construcción de condiciones de igualdad real entre mujeres y hombres”. La diversidad humana, sin embargo, no es exclusiva del sexo, ni del género; sin embargo, el documento manifiesta el interés por erradicar la brechas de género.
Inequidades
UES busca responder a las inequidades relacionadas con la participación laboral y académica del persona docente, administrativo, estudiantil y no docente institucional. El documento, de hecho, basa sus resultados en el “Informe diagnóstico: una mirada a las desigualdades de género”. El documento concluye que tanto los hombres como las mujeres ejercen violencia, desde sus áreas de trabajo; con la diferencia de que la primera tiene una incidencia apenas menor del 10%, es relación al primer sector universitario.
Otro de los resultados expone que el “50% de las personas que sufrieron violencia identifica a un hombre como el agresor, el 40.6% tanto a hombres como mujeres y el 9.6% a mujeres”. De modo que el 25% de la violencia provendría de autoridades universitarias; el 18.8% al personal docente; mientras que el 12. 5% sería identificado como personal administrativo.
“Para el ciclo II del año 2019, de acuerdo con el Diagnóstico, la población estudiantil inscrita fue de 48,693, representando las mujeres 54.8% y los hombres 45.2%; mostrando un leve aumento en la participación de mujeres, en comparación al año 2014 donde representaron 53.8% y 46.2%, respectivamente”, hace notar la institución.
Funciones
El Centro de Estudios de Género de la UES será la instancia rectora, que monitoreará, entre otras cosas, el cumplimiento de la nueva política de Género. Hay que hace notar, que ésta es el resultado de un consenso favorable de la Asamblea General Universitaria, que desplaza la anterior, aprobada en el año 2007. El monitoreo será definido por “indicadores de género”; y la institución, entre otras cosas responderá al rol de administrar el plan de acción política.
También, las funciones de la unidad institucional serán competentes en el “desarrollo académico de vanguardia en los estudios de género; la gestión de conocimiento e investigación para la transformación social”; y en el objetivo de garantizar una “universidad libre de violencia contra las mujeres y discriminación”
Financiamiento
“20% de los remanentes de los ejercicios fiscales de años anteriores” es la principal dinámica de financiamiento, que establece la Política de Género. Desde luego, los ingresos serán variables, conforme a los excedentes financieros, y podrían reducirse si el gasto administrativo es superior al estipulado en años anteriores. Y aunque el presidente salvadoreño ordenó una incremento presupuestario de hasta $10 millones de dólares, una publicación del Presupuesto General de la Nación hace notar que el Alma Mater contaría con $15 millones de dólares para éste año,
“Con refuerzos presupuestarios que se gestionen para acciones que no se logren cubrir con el presupuesto ordinario y requieran de mayores fondos”, añade la política, en el apartado de financiamiento. Es de la Ceg-Ues funcionará con los aportes financieros que otras instancias, que no utilicen una fracción mínima de su presupuesto.
Y, si los fondos sobrantes de la institución no fueran suficientes, el documento de la Política hace constar que la unidad también será financiada “con proyectos de cooperación internacional reembolsable y no reembolsable, que de forma complementaria contribuyan a acciones concretas que se identifiquen, pero en ningún caso se volverá la fuente principal de su financiamiento”.
