Ante la operatividad de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fuerza Armada (FAES) en contra de criminales, el director de la institución policial, Howard Cotto, afirmó que de enero a abril de 2016, se han capturado a 10.646 personas ligadas a estructuras delincuenciales.
Cotto detalló que entre este número de personas, 772 fueron capturados por cometer homicidios; 426 por extorsiones; 597 por delitos de robo y hurto, “el resto fueron capturados por delitos no menos relevantes”.
“El éxito está en la condición táctica que nosotros realizamos en las zonas con mayor peligrosidad para el combate del crimen en el país”, dijo.
El accionar de la PNC y Fuerza Armada en estos últimos cuatro meses del año permitió, según el director, la incautación de 1.061 armas de fuego, entre ellas: 765 armas cortas; 94 fusiles y 107 escopetas.
“Capturas no resolverán el problema”
Ante estas capturas masivas, el experto en temas de violencia de la Fundación Ideas y Acciones para la Paz Quetzalcoatl, Mauricio Figueroa, opina que esta acción es una necesidad que las autoridades de seguridad tienen para demostrar el “éxito” en su operatividad, sin embargo, no resolverá la problemática delincuencial.
“La cantidad de capturas que se dan en un periodo no representan, necesariamente, que la delincuencia se está resolviendo, pues un mínimo porcentaje de estos capturados terminan el proceso judicial, y un número mucho menor terminan en condena”, dice el experto.
Figueroa asegura que este nivel de detenciones genera un “cuello de botella” dentro del sistema judicial y una mayor saturación en las condiciones de sobrepoblación en los centros penales, los cuales están sobrepoblados en un 367%, según fuentes oficiales.
“La Policía tiene la necesidad de demostrar que está haciendo su parte en resolver el problema de la delincuencia, y una manera de querer hacerlo, es demostrar que es efectivo realizando capturas, siendo exitoso en los enfrentamientos y en el reporte de bajas letales de miembros los grupos delincuenciales”, aseveró.
El especialista concluye que no es correcto que la PNC demuestre que a mayor captura el problema de violencia vaya a disminuir; “pues a mayor captura, mayor problema en las cárceles y en el sistema judicial”.