La Fiscalía General de la República (FGR) reportó este lunes la muerte de tres pandilleros de la mara Salvatrucha en el cantón Los Encuentros, municipio de San Juan Opico, departamento de La Libertad.
Según versión de la Policía Nacional Civil (PNC), los pandilleros fallecieron luego de enfrentarse a soldados de la Fuerza de Tarea Apolo de la Fuerza Armada (FAES), quienes hacían patrullajes en la zona.
Asimismo, la FAES confirmó la incautación de dos armas de fuego y porciones de marihuana.
El nueve de abril, la FGR informó de la muerte de cuatro pandilleros al enfrentarse con policías en un intercambio de disparos en el cantón Jocotillo del municipio de Mercedes Umaña, departamento de Usulután.
Información de la Policía Nacional Civil (PNC), destacaba que las víctimas eran del sexo masculino pertenecientes a la pandilla 18, quienes dispararon a los agentes policiales que se encontraban patrullando la zona del hecho.
Asimismo, el 10 de abril, en el municipio de Monte San Juan, departamento de Cuscatlán, la FGR reportó otro enfrentamiento que dejó como saldo cuatro pandilleros muertos.
El Instituto de Medicina Legal (IML) informó que de enero al siete de abril de 2016, se han registrado 2068 homicidios. De enero a marzo de 2015, se contabilizaron un total de 1.127 asesinatos; en los mismos meses, pero de 2016, se contabilizan 2.022, es decir, 885 casos más que el año anterior.
En marzo de 2016 se asesinaron a 47 mujeres; 572 hombres y siete indeterminados (Término utilizado por el IML para referirse a cadáveres cuyo sexo no se ha podido determinar). El promedio diario de muertes violentas, según la institución forense, es de 20.2 casos.
“2016 puede finalizar con 7.000 homicidios”
Ante esta corriente de delincuencia, el criminólogo, Ricardo Sosa, considera que el año podría terminar con más de siete mil asesinatos, argumentando que existe un argumento de 114% de homicidios en comparación a los primeros tres meses de 2015.
“Lo que hemos estado viendo desde la semana anterior en que se han dado varias masacres es una incremento preocupante de los homicidios múltiples que se han presentado con lujo de barbarie, asesinados con machetes y degollados” dijo Sosa.
El criminólogo considera que este tipo de masacres a pandilleros pueden responder a pugnas internas entre maras, disputas de liderazgos “debido al vació de comunicación que existe con los principales cabecillas que están recluidos en los penales bajo emergencia”.
Asimismo descarta que grupos paramilitares estén asesinando a pandilleros, argumentando que el modus operandi de este tipo de estructuras, no coincide con las características peculiares de exterminadores.
“Un grupo de exterminio, por naturaleza, novan a operar con machetes, sino con tácticas y armas de uso privativo de la fuerza armada, de alto poder explosivo y expansivo; lo que estamos viendo son homicidios brutales con armas cortopunzantes que denotan un nivel básico de operatividad. Descarto que sea un grupo paramilitar”, explicó Sosa.
El criminólogo considera que ante la grave situación de delincuencia que afecta al país, la cifra de asesinatos podría llegar, al finalizar el 2016, a 7.000 muertes violentas, “esto sería un nuevo record por faltas de políticas de seguridad pertinentes”. El 2015, cerró con 6.657 asesinatos, según informes de la PNC.