La epidemia de violencia de 2015 fue la herencia para el 2016; pese a medidas extraordinarias, batallones antipandillas y contribuciones especiales para financiar la seguridad, en el 2016 fueron asesinadas 5.278 personas; 1.378 homicidios menos que en el 2015, según registros de la Fiscalía General de la República (FGR).
En el primer trimestre de 2016 se cometían entre 24 y 22 asesinatos diarios, la tasa de homicidios se mantuvo en 104 por cada 100 ml habitantes, en consecuencia, el Gobierno implementó medidas de emergencia (el pasado 29 de marzo) en seis centros penales y en zonas asediadas por pandillas.
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En penales, los reos fueron restringidos a visitas familiares e íntimas, a su libertad ambulatoria y a todo acceso y tenencia de aparatos y señales de comunicación y señal de internet. En las “zonas calientes”, se desplegaron batallones de policías y soldados, quienes, hasta el 8 de diciembre habían capturado a 31.392 delincuentes, de la cifra 2.534 por homicidios.
No obstante, por segundo año consecutivo la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada (FAES) fueron blanco de pandillas, en lo que va del año 46 policías y 22 militares fueron asesinados, la mayoría cuando estaban de licencia, en operativos y emboscadas. En 2015, 64 agentes y 24 soldados fueron las victimas mortales.
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Ante esto, la represión contra las pandillas aumentó, la PNC y la FAES patrullaron en busca de los responsables de atentar contra las instituciones y en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca las medidas d emergencia se intensificaron para los asesinos.
No solo agentes del orden murieron de forma violenta, la Procuraduría General de la República (PDDH) afirmó que policías y soldados realizaron ejecuciones extrajudiciales contra miembros de pandillas, hasta abril pasado, la institución estudiaba al menos 200 casos de esta índole, la PNC aseguraba que las muertes se producían por enfrentamientos armados contra estos grupos.
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De acuerdo a estadísticas policiales, se registraron 650 intercambios de disparos en los que resultaron 603 pandilleros fallecidos: 358 detenidos y un total de 666 armas de fuego incautadas.
¿Fueron efectivas las medidas?
Ante el año violento, el experto en temas de seguridad de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), Nelson Flores expresó que las medidas extraordinarias sí han lograron reducir los homicidios por medio de la represión del delito, sin embargo, el Gobierno debe apostarle a la prevención de violencia.
“Si el Gobierno sigue reprimiendo y asesinando, esto se va a convertir en una violencia mucho más grave para el próximo año, más porque se acerca una contienda electoral porque sabemos que no solo los pandilleros matan, sino también actores políticos”, dijo Flores.
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Desde el segundo trimestre de 2016, el Gobierno lanzó programas de prevención de violencia, entre ellos, proyectos de empleos para jóvenes, borrado de grafitis pandilleriles, promoción de valores en familias y ejecutando el programa “Yo Cambio” en 12 cárceles, que ha adiestrado a 16.465 reos en diferentes oficios.
Sin embargo, el experto sostuvo que, a pesar de dichos programas, la violencia no se ha podido controlar porque la tasa de asesinatos sigue siendo alta (72.85 por cada 100 mil habitantes) y existe aún la epidemia de violencia.
Por su parte, el investigador del Instituto de Investigación Interdisciplinaria sobre el Conflicto y la Violencia, Marlon Hernández aseguró que ante las medidas extraordinarias, El Salvador ha logrado estabilizarse en la crisis permanente de violencia, pero no controlarla.
“Hemos entrado a una etapa menos crítica, pero sigue siendo grave, y muy probablemente se debe a la represión lo que acompleja más la situación de violencia, no la ha controlado, y las estructuras criminales siguen fortaleciéndose”, dijo Hernández.
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Autoridades de Seguridad afirman que los delitos en general se han reducido en un 11.5% en comparación al 2015, y que el 2017, estará enfatizado a la rehabilitación y reinserción de reos, en atención integral a víctimas de la violencia y la continuación de medidas de emergencia.