El estudio “Prospectiva de ómicron en El Salvador” de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) apunta a que la variante Ómicron no solo circula en territorio nacional, sino que sus características de alta transmisibilidad provocarán una cuarta ola, tras la cual se habrán contagiado prácticamente 9 de cada 10 personas en el país.
Lo anterior encaja con el alto número de personas con síntomas respiratorios haciendo filas en los diversos centros asistenciales del país en los más recientes días de enero, con griparios a su máxima capacidad en hospitales públicos y dependencias del Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
A nivel privado, ya desde el 20 de diciembre pasado habían reportes de un alza en las consultas por parte de -entre otros- los doctores Iván Solano Leiva (infectólogo) y Jorge Panameño (epidemiólogo).
En el estudio impulsado por el Centro de Modelaje Matemático Carlos Castillo Chávez de la UFG, tomaron los datos correspondientes al periodo del 1 de octubre de 2021 al 11 de enero de 2022 en cuanto a los casos positivos, para calcular el número de reproducción efectivo en el país, con el objetivo de definir así el dinamismo de contagio y hacer una proyección. Ese número de reproducción efectivo (R) en El Salvador era de 2.54 infectados por cada individuo original contagiado al 12 de enero, lo que le coloca en un nivel de contagio entre moderado alto y moderado bajo.
Dado ese valor de 2.54 en dicho periodo de tiempo, “se espera que el 89.3% de la población sea infectada con la variante ómicron”, advierte el estudio, que agrega que si dicho valor aumenta a 3.0 hacia arriba, “se espera que se infecte toda la población, ya que la diferencia porcentual no es significativa”.
Pero también hay buenas noticias, sobre todo en cuanto a la evidencia científica de que ómicron no provoca síntomas graves. De hecho, según el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, EE. UU., “en la variante ómicron se incrementa, entre un 40% a 85%, la proporción de casos asintomáticos respecto a las variantes anteriores” de covid-19.
En otra proyección hecha por los investigadores de la IHME para El Salvador en cuanto a los meses de enero a mayo de 2022, se espera que “para el 28 de febrero se tendría el pico más alto de la nueva ola de contagios y se estima que en promedio habría 76,512 infecciones”.
Ante semejante cifra, el estudio de la UFG trae tranquilidad al agregar que “este número puede parecer abrumador, sin embargo, las características propias de la variante ómicron: la proporción de asintomáticos, la alta tasa de transmisión y la baja de letalidad, nos permite intuir que la mayoría de la población al infectarse optará por aislarse y recuperarse en su casa y, por tanto, no serán identificados como casos confirmados por el Ministerio de Salud”.
El estudio de la UFG incluye recomendaciones para los centros educativos: mantener modelo en línea del 10 al 21 de enero; abrir en presencial desde el 24 de enero pero en conglomerados por semana, con no más de 300 alumnos, con vigilancia de datos nacionales de contagios; vigilancia epidemiológica y toma de temperatura; así como control de porcentaje de vacunados entre cuerpo estudiantil, docentes y personal administrativo.
En cuanto a las empresas, la UFG indica: mantener una campaña intensa de vacunación del personal, uso de mascarillas, evitar aglomeraciones y cuidado extremo al realizar viajes fuera de El Salvador.
Resalta a su vez el estudio de la UFG una curiosidad, pues mientras la mayoría de países de América Latina han reportado un fuerte incremento de contagios por covid-19, a la fecha “solo hay 4 países con población mayor de un millón de habitantes que no han reportado la variante ómicron en su territorio: El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití”; lo que una vez más hace dudar sobre la veracidad de los datos que registra el Gobierno en cuanto al manejo de la pandemia.
