El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, condenó este martes desde La Habana los atentados terroristas perpetrados en Bruselas e instó al mundo entero a unirse contra el terrorismo.
"Los pensamientos y oraciones de los estadounidenses están con el pueblo belga y nos solidarizamos con ellos y condenamos estos indignantes ataques contra gente inocente", dijo Obama en el Gran Teatro de La Habana, en Cuba, al inicio su histórico discurso al pueblo cubano.
"Debemos permanecer juntos sin importar la nacionalidad, raza o fe en lucha contra el flagelo del terrorismo", añadió Obama. "Podemos derrotar y derrotaremos a aquellos que amenazan la seguridad de la gente alrededor del mundo".
El mandatario dijo que Estados Unidos hará "todo lo que sea necesario para apoyar a nuestro amigo y aliado Bélgica para llevar a los responsables (de los atentados) ante la justicia".
Antes de pronunciar su discurso en el Gran Teatro de La Habana, Obama habló hoy por teléfono con el primer ministro belga, Charles Michel, al que transmitió sus condolencias en nombre del pueblo estadounidense tras los "horrorosos" ataques terroristas en Bruselas.
El presidente reiteró que Estados Unidos "se mantiene firme al lado del pueblo belga, al igual que la OTAN y la Unión Europea". Y ofreció la total colaboración y apoyo de su Gobierno, en el "compromiso compartido para derrotar al flagelo del terrorismo", según precisó la Casa Blanca en un comunicado.
Por otra parte, Barack Obama, abogó hoy en Cuba por la democracia y criticó delante de su homólogo cubano, Raúl Castro, las restricciones a la libertad de opinión y reunión.
"Creo que la gente debería ser libre de decir su opinión sin miedo", dijo Obama durante una intervención en el Gran Teatro de La Habana frente a la plana mayor del castrismo.
"El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano", agregó Obama directamente en español en un discurso transmitido también por la televisión estatal cubana.
"Yo creo en la democracia", dijo también el líder estadounidense. "La democracia es la forma de solucionar" los problemas, sostuvo.
Dirigido directamente a Castro, Obama señaló que su histórica visita a Cuba es una prueba de que la isla socialista no tiene que temer a Estados Unidos.
Ambos países estuvieron enfrentados durante más de medio siglo tras la revolución de 1959 en Cuba. La rivalidad ideológica entre Washington y La Habana llevó al mundo incluso al borde de un conflicto nuclear en 1962.
Estados Unidos ha subrayado en varias ocasiones que continuará abogando por los derechos humanos en Cuba, pese al deshielo con el Gobierno de Raúl Castro.
Obama cierra hoy su visita a Cuba, un viaje enmarcado en el histórico deshielo bilateral que ambos países iniciaron en diciembre de 2014.