La subcomisión para elaborar la Ley Especial de Justicia Transicional y Restaurativa para la Reconciliación Nacional, ha hecho un alto en el camino con las consultas a las víctimas. Este viernes tenía previsto escuchar a sectores de San Salvador y La Libertad, pero en su defecto, se acordó que el equipo técnico se centre en estudiar el anteproyecto elaborado por la comisión ad hoc y el presentado por las organizaciones sociales.
En una sentencia de inconstitucionalidad que emitió la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en julio de 2016, declaró inconstitucional la Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz de 1993.
A raíz de este fallo se ordenó a la Asamblea Legislativa la creación de una ley que permita la reconciliación nacional y que tenga a la base cuatro principios: verdad, justicia, reparación integral y no repetición a crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
El 13 de julio pasado, venció el plazo otorgado por la Sala al Palacio Legislativo para que aprobara la normativa; los diputados pidieron ampliar el tiempo y el tribunal constitucional le dio cuatro meses adicionales; es decir hasta el 13 de noviembre.
No obstante, antes de ello, la inicitiva de ampliar el plazo para el debate entre el legislativo y las víctimas del conflicto armado había sido solicitado a la Sala de lo Constitucional por los abogados y querellantes de un grupo de víctmas de ambas partes del conflicto bélico, Pedro Martínez y Benjamín Cuéllar, del Laboratorio contra la Impunidad. Martínez y Cuéllar también demandadon la inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía de 1993, lo que al final se logró en 2016.
El coordinador de la subcomisión, el diputado del Partido de Concertación Nacional (PCN), Roberto Ángulo, externó su preocupación por el ritmo de trabajo y por la falta de coincidencias que hay entre los diputados de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
¿Por qué han suspendido las consultas a las víctimas?
No, no las hemos dado por terminadas, pero en efecto, tampoco hemos calendarizado nada. El lunes nos vamos a reunir y hemos dejado ahorita trabajando a los técnicos en el estudio de las coincidencias de los dos proyectos que se han presentado. Estamos tratando de buscar el acercamiento y tratar de llegar a un consenso.
Por ratos, en mi opinión persona, siento que nos alejamos del encuentro. Es un tema muy complicado y difícil y alejado en el tiempo en que sucedió, entonces ahorita hay poca gente que tiene el afán de buscar una solución para un problema tan delicado, porque en aquella época, a pesar que estábamos distanciados, al final del camino todos queríamos encontrar la paz y estuvimos dispuestos a hacer un sacrificio por ese esfuerzo que significó lograr la paz en el país a través de la amnistía, que fue indispensable para hallar una solución en ese momento.
¿Cuáles son las dificultades que han encontrado o que impida que ustedes lleguen a un acuerdo para entregar un proyecto de ley a la Comisión Política de la Asamblea?
Ahorita es difícil el ambiente como para buscar una ley de consenso en los que no sintamos a gusto los que estamos en la subcomisión. Esto se ha vuelto complicado, por ratos siento que nos estamos acercando y luego nos alejamos, porque todos estamos sujetos a interpretaciones personales y además, a la interpretación del fallo de la Sala; son muy extensos los temas como justicia, reparación, víctimas, poder reparar los daños totalmente. ¿Estás hablando de las víctimas? ¿Quiénes son las verdaderas víctimas?, los que están en algunas listas o los que no han aparecido o que nunca han reclamado nada y le dejan las cosas a Dios; es decir, es bien complicado el tema.
¿Es complicado hacer justicia?
Es que también es un tema muy complicado hacer justicia, la justicia no es solo de aplicar la ley.
¿Prefieren mejor dejarle el trabajo al equipo técnico?
Mejor no, pero sí que nos ayuden porque al final seremos nosotros los que tomemos la decisión, pero si ya está un poco ordenado el trabajo nos puede ayudar a avanzar. Tenemos que hacer un par de consultas porque hay quienes alegan que si no las hacemos, no tendrá legitimidad la ley que vamos a hacer. Unos piensan que los tratados internacionales están por encima de la Constitución, yo no pienso eso especialmente en este tema. Francamente por ratos no me siento bien estar ahí en la subcomisión porque yo si quisiera encontrar la solución a un problema tan delicado y encontrar el camino de la reconciliación, la tranquilidad y la paz, pero es muy difícil pensar que la ley va a contribuir a eso. ¿Cuántos tenemos parientes que quedaron en el camino?. Tenemos muchos parientes de un lado y del otro y hay muchas cosas que nadie ha reclamado y nadie reclama por ellos; alcaldes de todos los partidos políticos que fueron ejecutados por el único pecado de ser alcaldes; entonces en lo particular pienso que haber tocado eso de la amnistía y ordenarle a la Asamblea que haga una ley fue un error. Bien dijo el doctor Belarmino Jaime (expresidente de la Corte Suprema de Justicia), es un error que tiene consecuencias incalculables.
¿Cree que la ley servirá para algo?
Creo que será un intento más, porque reparar los daños creo que con el tiempo de alguna manera se ha hecho, ha habido un esmero por los gobiernos, los políticos, algo se ha tratado de hacer. Yo no creo que una ley por lo mejor que se pueda hacer va a reparar los daños, será verdaderamente justa, no lo creo, porque hay muchas cosas que no van a satisfacer a cada persona, hay diferentes maneras de vivir con esta realidad, algunos con resentimiento, otros con poco y otros con tranquilidad. Reconozco que ninguna guerra deja cosas buenas, ya la vivimos y no es tiempo de estarle echando la culpa a unos y otros, lo que había que aceptar se aceptó con la firma de los Acuerdos de Paz (1992), creo que se hizo un buen esfuerzo.
¿Cuál es a su criterio la solución?
Creo que es más de actitud que de leyes. Por ejemplo, las consultas que hemos realizado le ha servido más a la gente para hacer una catarsis. Mucha gente ha llorado cuando platicó con nosotros, otras personas se paraban para mostrarnos las prótesis, y nos decían hay otros a los que yo hice daño y no tienen prótesis.
Ahora, técnicamente es difícil que podamos encontrar aportes en las consultas, pero como la Sala nos obliga a estar con las víctimas, tenemos que hacerlo. No podemos escuchar a unos y cerrarle la puerta a otros. Al final, no logramos quedar bien con lo que nos han exigido.
¿Existen diferencias o divisiones en la subcomisión?
Es que de repente surgen posiciones hasta de quererse ir de la subcomisión, hay diputados que han dicho ¡si no se hace así nos vamos! y fue uno del Frente (FMLN).
¿Cuándo estiman que tendrán un anteproyecto listo?
En lo particular yo quisiera que no nos pasáramos de más de quince días para pasarlo a la Comisión Política. El lunes nos vamos a reunir y decidiremos lo de las consultas, aunque yo creo que no vamos a encontrar en los departamentos algo más de lo que ya encontramos, no lo creo. El problema es que si no están de acuerdo los de ARENA y el FMLN, es difícil que podamos sacar algo, vamos a tener una ley que no servirá de mucho.
Las divergencias entre ARENA y el FMLN
El diputado efemelenista Damián Alegría, reconoció que las consultas se han suspendido porque hay un debate sobre la metodología. Desde que iniciaron las visitas en Chalatenango y San Vicente, hubo cuestionamientos de organismos sociales y víctimas que percibían que no estaban tocando el tema a profundidad.
“Algunas cosas que señalaron fue que estábamos combinando víctimas con gente de la Fuerza Armada, que llegaban a las consultas vestidos con ropa militar e incluso armadas, y a juicio de las organizaciones de derechos humanos eso no era bueno para el ánimo de las víctimas”, explicó el diputado.
Si bien se viven otros tiempos, las víctimas todavía guardan temores. Agregado a lo ya apuntado, dijo Alegría, también estaban llegando a los procesos de consulta veteranos de guerra tanto de la exguerrilla como del ejército y el tema no es ese.
Todo esto era contradictorio al espíritu de lo que se busca con el proyecto de ley de Reconciliación Nacional.
El efemelenista considera que el haber dejado al equipo técnico que haga el estudio y fue una mala decisión. Agregó que el proceso ha sido “atropellado” desde que inició. Por dos años, la Asamblea Legislativa no hizo nada, luego se creó una comisión ad hoc cuyo trabajo fue cuestionado y por último la subcomisión ha tratado de hacer el mejor trabajo posible, pero hay protestas de muchos sectores de derechos humanos.
El parlamentario de izquierda manifestó que han insistido en las consultas, pero la subcomisión ha entrado en una etapa de letargo. Incluso, diputados de ARENA querían que solo se hiciera un foro lo cual no es suficiente.
Para el diputado Alegría, la parte más importante del proyecto de ley debe ser la aplicación de la justicia. Si bien con la normativa no se puede resarcir los daños causados a las víctimas que perdieron a sus seres queridos, hay que compensar de alguna manera.
“Por ejemplo, si en el pasado hubo marginación para que algunos sectores se revelaran contra el Estado, hoy se debe hacer algo para cambiar esa política económica como invertir en esos sectores”.
Pero otro punto es sobre los victimarios. Ellos deben pedir perdón a las víctimas y colaborar diciendo la verdad. También el arrepentimiento es fundamental. “Un gesto así para las víctimas sería útil sobre todo porque si pensamos a futuro, vamos a seguir enfrentando problemas juntos y el país es de todos”.
Mientras no haya una verdadera reconciliación, indicó el diputado, la población seguirá dividida. La ley puede servir, pero eso dependerá de que las personas que aún no se han arrepentido de lo que hicieron en el pasado.
Julio Fabián de ARENA, aclaró que las consultas que han hecho hasta el momento les han servido mucho, sobre todo lo que han expuesto las víctimas, que en general lo único que quieren es saber dónde están sus parientes, dónde fueron sepultados, quieren conocer la verdad y no están pidiendo cárcel para quienes cometieron esos crímenes.
“Nunca han dicho que quieren justicia poniendo tras las rejas a las personas implicadas en la muerte de familiares. Por ejemplo, en Arambala (Morazán), el alcalde que desapareció en la década de los ochenta, la familia siempre supo quién estaba implicado en eso; pues resulta que un miembro de la familia que lo desapareció se casa con una hija del señor que fue víctima de secuestro y desaparecimiento. Hoy ambas familias dicen que ya no quieren recordar ese tipo de situaciones”, relató Fabián.
Para el arenero, no hay duda de que las personas no tienen interés de recordar el pasado y más bien quieren una reconciliación.
Pero las organizaciones sociales quieren que se vaya más allá. “Se lo digo claramente, estas organizaciones quieren dilatar la situación porque esa es su forma de vida, con ello justifican para que les den recursos económicos los cooperantes y engañar a la gente”, sostuvo el legislador.
El lunes la subcomisión ha sido convocada para conocer los avances en la redacción del proyecto de ley, pero todo apunta a que no habrá muchos avances por las posiciones distantes que hay entre ARENA y el FMLN.