En los últimos días los rumores eran fuertes en las tertulias y pasillos políticos, así como en análisis de la realidad nacional. Y casi todo giraba qué iba a pasar con la candidatura de Nayib Bukele.
Primero, un retraso en la revisión de las 200.000 firmas que llevaron al Tribunal Supremo Electoral (TSE); aún no ha terminado de contarlas ni de revisarlas, y mientras eso no suceda, el partido Nuevas Ideas (NI), legalmente no existe.
En otro sentido, el llamado para inscribir candidatos se reduce cada vez más. Se ha alegado cualquier cantidad de argumentos a favor y en contra de la inscripción o no del ex alcalde de San Salvador en uno y en otro partido, pero Bukele siempre dijo que lo prioritario era correr con el propio y en términos de realpolitik era lo más indicado para él.
Este miércoles, sin embargo, se habla ya casi con certeza de que Bukele correría como candidato de Centro Democrático (CD), un partido centroizquierdista y de credenciales históricas que viene de haber tenido líderes, cuando fueron FDR, como Quique Alvarez, Guillermo Ungo, Héctor Oquielí Colindres y Héctor Silva; todos ellos fallecidos. De los líderes del CD vivos y de gran prestigio están: Héctor Dada, Jorge Villacorta, Rubén Zamora y Juan José Martel.
Se ha hablado de que a Bukele muchos partidos le ofrecieron para llevarlo de candidato. Pero nunca aceptó. Hubo un intento con el PSD de Jorge Meléndez (Jonás), casi con acta firmada, pero tras chueca movida le dijeron ¡NIET! (no, en ruso, por lo del mundial).
Juan José Martel ha dicho a algunos medios de prensa que “se está en conversaciones” y que serán las bases del partido las que decidan.
Algo muy interesante es lo que dice al respecto Rubén Zamora: “se tendrá que evaluar los pro y los contra (de esa alianza)”¦ en política no hay desayuno gratis, como dicen los gringos”.
¿Qué se gana y qué se pierde? Quizás ambas partes no tengan ni mucho que perder y si mucho que ganar.
CD cobraría una dimensión que no se imaginó hace tres meses y Nayib aseguraría su candidatura legal mientras se construye su partido, ya en menos incertidumbre y tensión.
La gran interrogante: ¿Será esta opción de centro fuerte y real frente a los “extremos” que el FMLN y ARENA han representado?
