Para muchos sectores del país, lo más relevante del apoyo de la forma que sea a Nayib Bukele radica en la coincidencia de que los partidos políticos ARENA y FMLN no deben gobernar más El Salvador.
Así pues, el rechazo a que triunfe por quinta vez en elecciones presidenciales el partido tricolor de derechas implica reconocer la voluntad de votar por ya sea por GANA, el FMLN e inclusive VAMOS. La alternativa de abstenerse o anular la papeleta de votación resulta fútil a toda costa en virtud que engrosa únicamente porcentajes irrelevantes durante el conteo de votos válidos.
Por otra parte, la dirección del FMLN sufrió un duro revés electoral, luego de expulsar a Bukele, en las elecciones del año 2018 cuando se eligió concejos municipales y diputados propietarios y suplentes. Para entonces Bukele, como revelaría Arysbell Arismendi, ya se encontraba en conversaciones para definir el rumbo de una candidatura presidencial con el partido GANA, sabiendo, sin lugar a dudas, que la conformación como partido político de Nuevas Ideas no se concretaría para lograr que corriera como candidato y que Cambio Democrático pendía entonces de un hilo para desaparecer.
Es indiscutible pues referir la sagacidad de Bukele para construir narrativas que catapultarían con mayor fuerza su popularidad barajando cada escenario extraordinariamente. Por ello no resulta sorprendente que Ricardo Ribera Sala relacione dos eventos puntuales entre Nayib Bukele y Vladimir Ilyich Ulyanov para plantear ulteriormente que la inscripción en GANA de Bukele (hecho secundario) no debe ser absorbida por la finalidad que se persigue (triunfar electoralmente este próximo 3 de febrero).
La audacia de las acciones de Bukele no sugiere rechazo popular, si se tiene en cuenta la gran variedad de encuestas publicadas a lo largo de esta campaña presidencial que le favorecen. Bukele más bien ha logrado capitalizar el repudio que despierta a muchos ciudadanos los partidos políticos de mayor captación de votos, además ‘de que se sostiene como candidato independientemente de la popularidad del partido al que se afilie´ como afirma Sofía Rivera. Por tanto, es refutable creer (o insinuarlo) que tanto la narrativa como la inscripción de Bukele en GANA, perjudicarían la candidatura de este candidato.
Vladimir Ilyich Ulyanov logró el propósito de retornar a su país para hacer triunfar la revolución luego de haber acertado en tomar el riesgo de subir a un tren ‘sellado´ que lo devolvería a Rusia. Nayib Bukele es el candidato inscrito en GANA, un partido con miembros que sugieren serios cuestionamientos como para exigir al candidato presidencial muchísimo rigor en el quehacer de campaña y gubernamental. No obstante, Bukele representa una única alternativa electoral con verdaderas posibilidades para impedir que el grupo de Los Torogoces de ARENA ‘corrijan el rumbo´ del país.