El ministro de Salud, Francisco Alabi, aseguró que “en ningún momento” han negado el ingreso de un salvadoreño o residente al país tras la reciente reapertura de las fronteras por la pandemia del COVID-19.
“Lo que estamos es verificando la presencia de un (posible) paciente con coronavirus para tomar una intervención” inmediata y evitar un contagio masivo entre la población, explicó el ministro.
La prueba negativa de COVID-19 a quienes ingresen al país, es parte de una estrategia que implementan todos los países para detectar a personas infectadas. En el caso de El Salvador, esta prueba “deberá presentarse impresa” y para eso “no es necesario el sello ni la firma”, aclaró.
De existir un caso, se aplicarán los protocolos, entre estos, recomendar al paciente cumplir un autoaislamiento, contactar al Sistema de Emergencias Médicas para que brinde asistencia y hacerle llegar su kit de medicamentos, entre otras, agregó.
El ministro explicó que, los cercos sanitarios en los municipios de Corinto y San Francisco Gotera, departamento de Morazán, “no son decisiones apresuradas” sino con base en el Código de Salud.
Estos cercos sanitarios tienen como principal objetivo identificar “si existen más cantidad de casos sospechosos relacionados a esta enfermedad y lograr contener o controlar los contactos que existieron de personas identificadas positivas”.
Dijo que en Corinto se identificó “un alza inusual” de casos, pero posteriormente fue levantada la medida al obtener resultados que no salían del parámetro, pero estos los llevó a un “hilo conductor” en municipios cercanos como San Francisco Gotera, que confirmó casos “bastantes altos” ordenándose un cerco sanitario en dicho lugar.
Alabi informó que el lunes se llevó a cabo un masivo tamizaje en San Francisco Gotera y con ayuda de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada se está entregando insumos médicos, medicamentos y paquetes alimentarios.
La estrategia de tamizajes incluyó la ciudad de San Miguel, cuyos resultados se entregarán hoy. Este mismo día se desarrolla otra jornada de pruebas en el municipio de Cacaopera, en Morazán, agregó.
Los cercos sanitarios son “estrategias para poder controlar el desarrollo (de casos); mejor una intervención corta en tiempo y no una cantidad de casos elevados que pueda llevar a una cuarentena”, explicó el ministro de Salud.
Producto a esta y otras medidas adoptadas por el gobierno, han dejado resultados muy positivos a fin de que los salvadoreños no se expongan al virus del COVID-19.
A seis meses de haberse tomado esta decisión clave, El Salvador es uno de los países con menos casos de COVID-19 a escala regional y latinoamericana, algo que no ha sido producto de la suerte sino de las estrategias decididas en materia de salud pública y económica.
El gobierno mantiene su firme disposición a continuar con todos los planes y estrategias para que en el país se mantengan bajos los índices de contagio y de fallecidos, algo que se ha logrado con el fortalecimiento del sistema hospitalario.