Nueve son los cárteles mexicanos que tienen presencia a nivel internacional en una estructura compleja que implica muy diversos tipos de alianzas y asociaciones con grupos locales en 51 países de los cinco continentes, según una investigación de la PGR.
Los cárteles, en su versión trasnacional, se dedican a la venta de la cocaína, la heroína, las metanfetaminas y los precursores químicos. También a la producción en México de amapola, drogas sintéticas y marihuana en las zonas donde ellos operan.
El negocio implica el control de rutas terrestres y marítimas, a nivel internacional, y de una infraestructura que cuenta con aviones, sumergibles, lanchas rápidas y diversos tipos de vehículos para desplazarse por tierra en México y en el cruce de la frontera con Estados Unidos.
La PGR señala en su documento, que los cárteles mexicanos tienen alianzas o asociaciones con los cárteles colombianos, la mafia italiana, la mafia rusa, las distintas mafias africanas y grupos criminales locales, en los países donde tiene presencia, que son los encargados de la distribución al menudeo.
El Cártel del Pacífico, el más presente a nivel mundial, mantiene influencia, de una u otra forma, en 43 países de los cinco continentes. Le siguen Los Zetas que operan en 20 países de América, Europa, ífrica y Asia.
Luego viene el Cártel Jalisco Nueva Generación que se extiende a 14 países de América, ífrica y Asia. Es la organización que ha crecido más rápido en su faceta internacional. La Familia Michoacana está presente en ocho países de América, Europa y Asia.
La influencia del Cártel del Golfo se da en seis países de América y Europa. El Cártel de los Arrellano Félix o Cártel de Tijuana está en cuatro países de América.
El Cártel de Los Caballeros Templarios se encuentra en tres países de América y Asia. El Cártel de los Carrillo Fuentes o Cártel de Ciudad Juárez se concentra en tres países de América. El Cártel de los Beltrán Leyva está en dos países de América y Europa.
La presencia de los cárteles mexicanos en los mercados internacionales no siempre se da de manera física sino la logran a través de asociaciones y alianzas con organizaciones semejantes y grupos locales de muy diversa índole.
Ejemplos de este tipo de presencia, que es muy diversa, es la relación que el Cártel del Golfo mantiene con la mafia italiana de la Ndrangheta o la del Cártel del Pacífico con las pandillas dominicanas en Estados Unidos.
Los cárteles mexicanos, también los de otros países, van a seguir presentes en los mercados internacionales, a la manera que ahora lo hacen, siempre con ventaja para ellos, mientras siga vigente el paradigma prohibicionista y punitivo impuesto hace 50 años. Su fracaso es evidente, pero se insiste en él.