El Presidente Nayib Bukele informó este miércoles que en marzo se cometieron 65 homicidios, la cifra más baja desde que se llevan registros en El Salvador, considerado uno de los países más violentos del mundo.
Según datos oficiales, el promedio de muertes violentas diarias en dicho mes fue de 2.1, casi un 50% menos que febrero, cuando se registró un promedio diario de 3.9 y que enero, que cerró con 3.9 también.
A través de su cuenta de Twitter, Bukele señaló que “hace apenas un par de años, teníamos meses con casi 1,000 homicidios y aunque falta mucho trabajo por hacer y que se enfrenta la pandemia del COVID-19, durante este mes se salvaron las vidas de muchos salvadoreños”.
Para entender la impactante reducción de marzo de 2020, hay que recordar que, hace cinco años, en marzo de 2015, se cometieron 481 homicidios, que fue catalogada como la cifra más alta desde que inició el siglo veintiuno.
También para tener un panorama más completo, si se suma la cantidad de homicidios cometidos entre enero y marzo de este año se obtiene un total de 298, una reducción bastante notable en comparación a los más de 650 homicidios registrados en el mismo periodo del 2019 y a los 870, del 2018.
De hecho, el 23 y 24 de marzo de este año, autoridades registraron cero homicidios y se catalogaron como los días menos violentos desde la firma de los Acuerdos de Paz, lo que autoridades han vinculado al Plan Control Territorial, la apuesta gubernamental para reducir la criminalidad en el país.
El gobierno ha ejecutado 3 fases de este plan, de las 7 que contempla. La primera se orientó a la recuperación del control de los territorios en manos de grupos delictivos, pero aún falta la búsqueda de oportunidades a los jóvenes en las comunidades históricamente marginadas y la modernización de las fuerzas de seguridad y la Fuerza Armada.
En enero de este año, los diputados de la Comisión de Hacienda y Especial del Presupuesto de la Asamblea Legislativa emitieron un dictamen favorable para la aprobación de la solicitud de préstamo por $109 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), para financiar la fase III de dicho plan que, precisamente, serán destinados a la modernización y mejora significativa del equipo y las áreas de descanso de agentes de la Policía Nacional Civil y Fuerza Armada. Pero aún se espera su respectiva discusión en el pleno.
La mayoría de homicidios en El Salvador sigue responsabilizándose al accionar de las pandillas MS13, Barrio 18 y otras minoritarias, un fenómeno que ha sido considerado por analistas como una herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros desde Estados Unidos.
