Agencia Sputnik
Lula da Silva llega al Congreso Nacional donde será nombrado presidente
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó la tarde de este domingo al Congreso Nacional de Brasil, donde se celebrará el acto solemne de la toma de posesión y donde pronunciará su primer discurso ante los congresistas.
Lula (Partido de los Trabajadores) llegó acompañado del futuro vicepresidente, Geraldo Alckmin, y fue recibido por el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira; y del presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
Rápidamente, decenas de congresistas le abordaron para saludarle y tomarse fotos, lo que dificultó incluso que pudiera avanzar hacia la tribuna.
Poco después, Pacheco inició el acto solemne presentando la mesa presidencial, en que además de los representantes del Senado y de la Cámara estaban el fiscal general Augusto Aras y la presidenta del Tribunal Supremo Federal, Rosa Weber.
También dedicó un recuento al “rey del fútbol”, Edson Arantes do Nascimento o Pelé, y al papa emérito Benedicto XVI, fallecidos en los últimos días, para los que pidió un minuto de silencio.
Lula promete acabar con la pobreza
El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió acabar con el hambre y con la deforestación en la Amazonía en su primer discurso como presidente del país, en la ceremonia solemne celebrada en el Congreso Nacional.
En los primeros minutos de su discurso, Lula recordó que cuando inició su primer gobierno, en 2003, se comprometió a que todos los brasileños pudieran “comer al menos tres veces al día”, y que ahora tendrá que repetir esa promesa, para acabar con el hambre que afecta a 33 millones de brasileños.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) reivindicó que los pobres y la clase trabajadora estén dentro del presupuesto y prometió que el proyecto económico del país irá de la mano con la preservación del medio ambiente.
En este sentido, Lula prometió “deforestación cero” en la Amazonía y resaltó que no es necesario talar ni un árbol más para mantener el pujante sector agrícola del país.
También prometió una “reindustrialización” del país para dejar de depender de terceros países, sobre todo en el sector de combustibles y soberanía energética.
Lula no citó directamente al presidente Jair Bolsonaro, pero se refirió a su gobierno como un momento de “devastación” y destrucción nacional”.
También se refirió indirectamente al expresidente al hablar de la pandemia del covid-19, resaltando que los casi 700.000 muertos de Brasil están por encima de la media por habitantes de otros países.
Lula atribuyó ese desastre al pasado gobierno “oscurantista”, y añadió: “Las responsabilidades por ese genocidio no deben quedar impunes”.
El nuevo presidente resaltó que no quiere revanchismo pero que quienes cometieron errores tendrán que asumir sus actos ante la ley.
Lula también habló de volver a colocar a Brasil en el mapa, y subrayó especialmente la necesidad de trabajar en favor de la integración latinoamericana.
“Tenemos que romper el aislamiento al que el país fue sometido en los últimos tiempos”, dijo el presidente, y citó, entre otras urgencias, la necesidad de revitalizar el grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica).
Lula agradeció a los socios políticos que le apoyaron en la pasada campaña electoral, y asumió que su triunfo se debió a esa alianza, que fue más allá del PT y del espectro de la izquierda.