Los demócratas del Congreso presentaron este jueves un proyecto de ley que incluye las pautas migratorias anunciadas por el presidente Joe Biden en su primer día al frente del país.
El senador Bob Menéndez, el hispano de más alto rango en el poder legislativo, y la representante Linda Sánchez son los encargados de hacer la entrega del proyecto de ley, que se ha convertido en la propuesta bandera del gobierno de Biden.
“Nuestro sistema actual es ineficiente y está lleno de crueldad”, dijo el senador Menéndez, hijo de inmigrantes cubanos.
El borrador de ley, denominado “U.S. Citizenship Act of 2021” (Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021), incluye un camino a la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados, expande el programa para refugiados, y designa fondos federales para utilizar nuevas tecnologías en la seguridad fronteriza, entre otras cosas.
“Tenemos a 11 millones de personas trabajando y sosteniendo familias sin documentos legales. Se trata de gente buena, trabajadora, son las personas que recogen y empacan nuestros alimentos, son trabajadores esenciales, y aún así viven bajo el miedo constante de la deportación”, dijo Menéndez. “Es hora de sacarlos de las sombras”.
La iniciativa cuenta además con el respaldo de los congresistas Zoe Lofgren, Lucille Roybal-Allard, Nydia Velázquez, Judy Chu, Raúl Ruiz, Yvette Clarke y Yvette Clarke, así como de los senadores Amy Klobuchar, Alex Padilla y Ben Ray Luján.
Los puntos más importantes del plan de reforma migratoria de Biden:
Crea un camino de 8 años hacia la obtención de la ciudadanía estadounidense para 11 millones de inmigrantes indocumentados que ingresaron al país antes del 1 de enero del 2021.
Los inmigrantes indocumentados podrán tener un estatus legal temporal durante cinco años, para luego solicitar la residencia permanente, y tres años después solicitar la ciudadanía. Para los jóvenes indocumentados conocidos como “dreamers” que ya tengan un estatus legal temporal obtenido el 1 de enero del 2017 o después, podrán solicitar la residencia permanente si logran comprobar por medio de documentación sus aportes laborales de los últimos años.
Las personas con Estatus de Protección Temporal (TPS) también podrán solicitar la residencia permanente.Todas las comunicaciones oficiales del gobierno federal utilizarán la definición “no ciudadano” en lugar de "extranjero" para personas que viven en el país sin un estatus legal.
Esposas e hijos de residentes permanentes estarán exentos de ser parte de los cupos de visas permitidas cada año fiscal para venir a vivir a Estados Unidos.
Se incrementarán los cupos para familiares de residentes permanentes que busquen vivir en EEUU.
Elimina la prohibición de volver a reingresar a EEUU por entre 3 a 10 años para inmigrantes que permanecieron en el país sin una visa vigente.
Permite a condados y municipalidades solicitar visas de trabajo adicionales para fomentar la economía de su región.
Los inmigrantes son buenos para nuestra comunidad, para nuestra economía, y para nuestro país”, dijo la congresista Sánchez, hija de inmigrantes mexicanos, quien presentará el proyecto de ley en la Cámara de Representantes.Funcionarios del gobierno de Biden dijeron en una llamada con periodistas que este proyecto es una oportunidad para “reiniciar las conversaciones sobre la reforma migratoria después de los últimos cuatro años", en alusión al gobierno de Donald Trump, quien promovió el lema de "Estados Unidos primero" y fue muy crítico de la inmigración.
El documento busca promover la reunificación de familias, en especial de los grupos familiares LGBTQ+, y permitir que las personas con peticiones aprobadas de patrocinio puedan reunirse con sus seres queridos en EEUU de forma temporal mientras esperan por los permisos de residencia.
Los funcionarios del gobierno de Biden destacaron que la iniciativa busca igualmente abordar las causas de la inmigración con "medidas enérgicas" para perseguir el narcotráfico y la ampliación de los grupos de trabajo trasnacionales contra las pandillas, y no se centrará únicamente en un muro en la frontera.
Para ser aprobada en la Cámara Alta, la ley propuesta por Biden deberá conseguir la totalidad de los votos demócratas en el Senado, 50, y asegurar 10 votos republicanos. De lo contrario, estará condenada a fracasar como ha sucedido con los intentos de regularización en los años anteriores.
Sobre la votación en el Senado, donde necesitan apoyo de al menos 10 republicanos, Menéndez dijo que no se trata de apostar por “todo o nada” pero que los demócratas quieren aprobar una legislación “robusta”.
“No haremos concesiones desde un principio”, dijo Menéndez.