El Gobierno ha señalado recientemente que durante los últimos tres años de gestión se ha trabajado en convertir a El Salvador en un país resiliente a los efectos del cambio climático, es decir, adaptado y preparado para posibles emergencias. No obstante, las cifras alertan sobre la vulnerabilidad que se hace más evidente con la llegada de la temporada invernal.
Según el informe más reciente, alrededor de 2 millones de personas viven en zonas vulnerables a inundaciones y deslizamientos.
Fue la misma Secretaría para Asuntos de Vulnerabilidad y Dirección General de Protección Civil, el ente que confirmó que hay más de 1 millón 050 mil de salvadoreños que habitan en lugares con riesgo por deslizamientos, 920 mil 819 corren peligro de inundaciones y 3 mil 110 que pueden ser afectados por ambas catástrofes.
“El país cuenta ya con una infraestructura pública y comunidades más resiliente al efecto del cambio climático”, recordó la ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl.
Pese a que El Salvador salió en 2016 de la lista de los 10 países del mundo que presentan más vulnerabilidades para sus habitantes, de acuerdo al índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch, los antecedentes mantienen en vilo a autoridades y particularmente a la población que se lleva la peor parte.
Sonia Marroquín, habitante de una populosa colonia en las faldas del volcán de San Salvador señala con preocupación que los últimos incendios registrados hace unos meses han dejado erosionada buena parte de la zona y la vulnerabilidad de cara al invierno es mayor.
“Nosotros vivimos cerca de la Montebello, pero después del alud del 82 nos venimos más abajo pero siempre tenemos un poco de temor y ahora más porque después de los incendios varias partes han quedado sin árboles, áridas eso hace más vulnerable la zona”, explica Marroquín.
El 19 de septiembre de 1982 un alud de lodo se deslizó desde el Picacho sobre la quebrada el Níspero, causando unos 300 muertos y más de 159 viviendas destruidas en Montebello, San Mauricito, El Triunfo, Lotificación San José y San Ramón. Este es tan uno de los hechos que evidencia la vulnerabilidad histórica del país, en buena medida relacionada con la distribución y construcción “desordenada” de viviendas.
Autoridades de Protección Civil señalan que las acciones emprendidas por el Gobierno han sido claves para mejorar en este índice que se traduce en vidas humanas salvadas.
A esta labor se suman el desarrollo de trabajos de mitigación de riesgos: se ejecutaron obras de protección en 768 cárcavas que representa el 78% de su identificación en el país, y se blindó la infraestructura frente al cambio climático.
Además, 176 municipios del país disponen de zonificación ambiental y uso del suelo, con directrices y lineamientos de actuación.
El mismo establece los mecanismos de coordinación entre las 2,921 Comisiones Comunales de Protección Civil a nivel nacional y de puesta en marcha de los 1,152 albergues con capacidad para 211,211 personas.
Pohl aseguró durante una rueda de prensa que el invierno ya inició a nivel nacional y que se espera que en las próximas semanas "cada 3 o 4 días" arriben al país ondas tropicales.