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La propuesta gubernamental de reforma de pensiones se parece al modelo sueco

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Suecia hizo una reforma a su sistema de pensiones que establece una relación entre las aportaciones de los cotizantes y las prestaciones recibidas, incentiva la prolongación de la vida laboral, flexibiliza la edad de jubilación, incentiva el ahorro a largo plazo y fortalece los mecanismos de redistribución del ingreso.

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Suecia hizo una reforma a su sistema de pensiones que establece una relación entre las aportaciones de los cotizantes y las prestaciones recibidas, incentiva la prolongación de la vida laboral, flexibiliza la edad de jubilación, incentiva el ahorro a largo plazo y fortalece los mecanismos de redistribución del ingreso.

Se trata de un sistema mixto de pensiones, administrado por una empresa estatal, en que el trabajador aporta el 7 % del salario bruto, el patrono el 10 % y el Estado el 1.5 %, haciendo un total de aportes de 18.5 %; contabilizando un 2.5 % en su cuenta de ahorro individual y el 16 % en una cuenta colectiva (llamada nocional); el trabajador selecciona una de cinco opciones de  inversión de sus ahorros individuales; el dinero de la cuenta colectiva pasa a engrosar las reservas técnicas para el pago de pensiones; este dinero es utilizado para inversiones temporales de relativo poco riesgo, obteniendo una cierta rentabilidad; desde que el trabajador comienza a trabajar, todos los años la institución de pensiones le enví­a una carta en que le comunica cuanto serí­a su pensión básica estimada si se jubila a los 61, 65 o 70 años, la cuantí­a de su contribución al fondo colectivo (cuenta nocional), así­ como el ahorro privado acumulado (aportes e intereses); una vez que el trabajador cumple 61 años puede decidir jubilarse o seguir trabajando; el monto total de su pensión tiene dos  componentes, la pensión básica que resulta del total de aportes a la cuenta colectiva y  la rentabilidad obtenida por las reservas técnicas, así­ como el ahorro personal y la rentabilidad del mismo; este monto total se divide entre los meses que le faltan por vivir al trabajador, según la esperanza de vida, para definir lo que recibirá de pensión mensual; cuando fallece el trabajador y queda un remanente de su pensión total, este es heredado por su conyugue e hijos; cuando el monto de la pensión mensual resultante es muy baja, el Estado le da un subsidio financiado con impuestos para completar el monto de una pensión mí­nima; de la misma manera, aquellas personas que nunca han percibido ingresos, que llegan a los 61 años y tienen 40 años de vivir en el paí­s, reciben una pensión no contributiva financiada por el Estado.

Se realizó un estudio actuarial a largo plazo en función de los salarios,  cotización y diversos escenarios o supuestos sobre tiempo de trabajo realizado, edad de retiro,  ya que estas variables dependen de la voluntad del trabajador, así­ como  probabilidad de muerte o invalidez y esperanza de vida, para establecer en qué medida  el sistema era sostenible en el tiempo.

En  los veinte y seis años que lleva funcionario este sistema de pensiones nocionales, los estudios actuariales que se han realizado cada cierto número de años, han mostrado en dos ocasiones, que se generarí­a un fuerte déficit financiero;  esto era previsible debido a los subsidios que los trabajadores que ganan más salarios entregan a los que ganan menos, así­ como el subsidio correspondiente para que se realice el ajuste de las pensiones según las modificaciones del í­ndice de salarios, tomando en cuenta  que al final de la vida laboral, cada uno de los cotizantes debe recibir el total de sus aportes para ahorro personal y para ahorro colectivo, así­  como la rentabilidad correspondiente. El estado sueco  ha financiado esos déficit financieros, dando cumplimiento a la ley de creación del sistema.

Es evidente que la propuesta de sistema mixto presentada por el gobierno, en donde las AFP administran los ahorros privados para pensiones, así­ como el ahorro colectivo basado en las cuentas nocionales, tiene bastante parecido con el modelo sueco, aunque no se permita que el cotizante elija los años de trabajo,  la edad de jubilación y la forma de invertir sus ahorros. Además de la institución que administra el sistema, las diferencias más importantes son dos: la solidaridad entre los trabajadores en el modelo sueco es generacional (por ejemplo entre los que empezaron a cotizar en el mismo año), la propuesta del gobierno también es  generacional pero a la vez   inter generacional (los trabajadores que ingresen en el año 2018 subvencionan el pago de las pensiones de los que entraron al sistema varios años antes), es decir que paguen la deuda de pensiones asumida por el  gobierno cuando se privatizó el sistema de pensiones; la otra diferencia  es la fortaleza financiera del Estado, que garantiza que el sistema de pensiones básicas (nocionales) sea sostenible en el tiempo, el Estado Sueco es mucho más fuerte financieramente y adoptó ese sistema porque estaba pasando temporalmente una situación económica difí­cil, pero tení­a la seguridad que en el futuro cercano podrí­a proporcionar los recursos financieros para compensar los déficit del sistema de pensiones, mientras que la crisis financiera del gobierno salvadoreño es estructural, que durará muchas décadas,  mientras que no se corrija aumentando los impuestos y disminuyendo los gastos innecesarios.

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Santiago Ruiz
Santiago Ruiz
Columnista Contrapunto.

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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