Ana (nombre ficticio) es una mujer que se asoma a los 31 años de edad. Nunca terminó el bachillerato y tuvo que dedicarse a temprana edad a los empleos informales como ventas en la calle o trabajos domésticos. Aparte de sus tres hijas, debe mantener a su madre que padece diabetes y a su abuela quien por su edad ya no trabaja. Ana mantiene a seis personas ganando $7 dólares al día vendiendo biblias en el mercado Sagrado Corazón de San Salvador.
“Realmente creo que solo Dios conmigo para que me alcance para mantener a mi familia porque no hay de otra y como en mi casa solo yo trabajo, todas dependen de mí”, dice Ana, mientras seca el sudor de su moreno rostro y continúa acomodando biblias en el negocio donde labora.
El Gabinete Económico salvadoreño informó en 2016 que la economía del país creció un 2.5%. Según el Informe de Desarrollo Mundial presentado en marzo de este año por el PNUD, El Salvador ha crecido 1.07% anual desde hace 26 años; es decir que desde 1990 el país ha crecido 28.5%. Algo que sabe a retórica para Ana.
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Si bien la pobreza es una deuda histórica de los gobiernos salvadoreños, el diputado del FMLN, actual partido en el poder, sostiene que ha sido durante las administraciones de izquierda que factores como la alimentación y educación de la niñez han mejorado sustancialmente.
“El combate a la pobreza es un trabajo de todos los sectores del país y de la población. No es un tema solo del Gobierno aunque en ese sentido se está trabajando y hay respuestas contundentes de los organismos internacionales que han reconocido el avance de El Salvador”, expresa Flores.
Sostiene que desde el FMLN se han impulsado leyes e iniciativas para combatir la pobreza y señala los desafíos para erradicarla. “Continuar dando empleo a la gente, a los jóvenes. Continuar capacitando a mujeres en Ciudad Mujer, proyectos de desarrollo alternativo comunitario como las granjas de pesca, huertos familiares y apoyar el emprendimiento”, dice.
Por su parte, el partido GANA asegura que la falta de empleo y la polarización política son factores que agudizan la pobreza. “Entre más desempleo exista, más pobreza habrá y ahorita la situación económica del país es difícil porque solo en un mes se perdieron 11 mil empleos según datos que tengo del Instituto Salvadoreño del Seguros Social (ISSS)”, expresó Francis Zablah, diputado de GANA.
Afirma que el país debe superar la polarización si quiere superar el bajo crecimiento económico. “Cuando se tiene un país polarizado que pone en pleito a sus distintos sectores, detiene el crecimiento económico y genera pleito y odio interno, y no dejan crecer”, sostiene.
Desde GANA, aseguran haber impulsado leyes como bajar los intereses de las tarjetas de crédito del 300 al 91 por ciento; leyes para fortalecer las MYPES y el sector artesanal.
El partido ARENA, en tanto, califica la pobreza del país como grave y lamenta la pérdida de empleos y las políticas de “regalar” que tiene el actual Gobierno.
“El Gobierno tiene políticas de regalar en lugar de políticas de oportunidad, empleo y dignidad para las personas. El buen vivir del Gobierno no da resultados para crear condiciones óptimas de reducción de la pobreza”, dijo a ContraPunto la diputada arenera, Margarita Escobar.
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Desde ARENA, afirma, se han impulsado leyes como la Ley de Firma Electrónica, incentivos para el turismo, Ley de Incentivos para la Cogeneración de energías. Actualmente estudian reformas a la Ley MYPE para convertir al Consejo Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) en una autónoma.
“No es si sos rojo o colorado o tricolor, es una cuestión de dar la condiciones para que el país mejore pero cuando El Salvador está en el límite de competitividad global, el país ocupa el penoso último lugar de Centro América cuando había sido pionero y líder en la región en competitividad y desarrollo”, concluye Escobar.
Mientras las perspectivas políticas sobre la pobreza defienden lo propio y señalan lo del contrincante, Ana debe salir a diario a las seis de la mañana del cantón donde vive en el municipio de Santo Tomás, porque reconoce que si no trabaja, sus tres hijas, ella, su madre y su abuela, “no comen”.