En México solo el 0.70 % de los delitos que se cometen llegan a la conclusión de un juicio, según el Índice Global de Impunidad (IGI) 2017, realizado por la Universidad de Las Américas Puebla (UDLAP). Es la segunda vez que se da a conocer este estudio, el anterior fue en 2015.
El índice de impunidad mide las fortalezas institucionales relacionadas con la funcionalidad de los sistemas de seguridad, la justicia y la protección de los derechos humanos. Cada uno de estos tramos recibe un puntaje y la suma de ellos da el total.
La investigación contempla 69 naciones de todos los continentes. Los ocho países de “muy alta impunidad” son: Filipinas (75.60 puntos), India (70,94), Camerún (69.39), México (69.21); Perú (69.04), Venezuela (67.24), Brasil (66.72) y Colombia (66.57).
Los ocho países de “muy baja impunidad” son: Croacia (36.01 puntos), Bulgaria (37.19), Eslovenia (37.23), Suecia (39.15); Noruega (40.90), Montenegro (42.13), República Checa (42.83) y Grecia (44.56).
En México se tiene una tasa de 359 policías por 100 mil habitantes que es superior a la media mundial de 319 por 100 mil habitantes. La realidad es que están mal pagados, mal capacitados y tiene malas condiciones de trabajo.
El promedio de los jueces en México es de cuatro por 100 mil habitantes y en América Latina de 16 por 100 habitantes. La diferencia es muy relevante. En el caso de Croacia, que tiene el más bajo índice de impunidad a nivel mundial, tiene 46 jueces por 100 mil habitantes.
La investigación destaca como un problema grave, los altos niveles de violación a los derechos humanos que ocurren en México. Esto, dicen, representa un factor crítico para entender los elevados grados de impunidad que existen en el país.
“El problema de la impunidad en México es funcional y estructural, no nació en el actual gobierno; sin embargo, se observa un aumento crítico en las estadísticas delictivas. Esto podría deteriorar futuras mediciones de la impunidad”, asegura el informe.
La impunidad, sostiene el estudio, se genera a partir de factores como la desigualdad social, la corrupción y un débil sistema de procuración de justicia. El estudio establece una correlación significativa entre el nivel de impunidad y la desigualdad social.
El rector de la UDLAP, Ernesto Derbez, afirma que “la muestra de los 69 países que conforma el IGI revelan que entre mayor impunidad existe, mayor es la desigualdad; o también, podría interpretarse como, entre mayor es la desigualdad, mayor es la impunidad”.
Del estudio se deriva, lo confirman otras fuentes, que quien comete un delito en México tiene la seguridad, no importa quién sea y cuál es su crimen, de que nunca será llevado a la justicia. Las posibilidades de quedar impune es del 99.30 %.