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La dimisión o renuncia de los Obispos

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Escribo estas líneas para las personas de buena voluntad, el de mente retorcida le cae al pelo el refrán: “el que las hace se las imagina”.

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Por padre Antonio Molina

Recientemente nos desayunamos con la noticia de la dimisión o renuncia del Cardenal Gregorio Rosa, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de San Salvador.

La noticia para los que vivimos en el mundo eclesiástico no nos sorprende, un sacerdote debe conocer las leyes universales de la Iglesia recogidas en el Código de Derecho Canónico.

El Código establece en el canon 401,1: “Al Obispo diocesano que haya cumplido los setenta y cinco años de edad se le ruega que presente su renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”.

Como la noticia no es habitual en nuestro pequeño país ha despertado morbo.

Escribo estas líneas para las personas de buena voluntad, el de mente retorcida le cae al pelo el refrán: “el que las hace se las imagina”.

El Cardenal Gregorio Rosa Chávez cumplió el pasado 3 de septiembre 80 años.

El Papa le nombro Cardenal de la Iglesia Católica el 21 de mayo de 2017, justo a poco más de 3 meses de cumplir los 75 años y año en que debería siguiendo la norma canónica presentar su dimisión al Papa.

Su nombramiento como Cardenal, permitan decirlo con palabras simples, le otorgo automáticamente otros 5 años de servicio eclesial puesto que hasta los 80 los Cardenales entran al Conclave, es decir, con la muerte del Papa, solamente los Cardenales con menos de 80 años son Cardenales electores.

El papa Francisco publicó un “Motu proprio” con fecha 15 de febrero de 2018 titulado en italiano: “Imparare a congedarsi” literalmente sería “Aprender a despedirse”, he visto publicaciones periodísticas que lo traducen como “Prepararse a despedirse”. Ahí el Papa Francisco precisa los casos de Obispos que trabajan en la Curia Romana, en el Vaticano como la gente dice. No quiero alargarme en detalles. Solamente ofrezco una precisión que si viene al caso y a más de algún morboso que lee la noticia de la renuncia del Cardenal Rosa con claves políticas le servirá. Dice el Papa que las prórrogas tras el cumplimiento de los 75 años no deben de ser consideradas como: “un privilegio, un triunfo personal o un favor” sino que se debe a “motivos siempre vinculados al bien común eclesial”.

El tiempo de trabajo como Obispo auxiliar de San Salvador desde 1982 a la fecha significan ya 40 años de servicio del Cardenal Gregorio, después de ser Rector del Seminario San José de la Montaña y su trabajo muy cercano y directo con San Oscar Romero y especialmente como Obispo Auxiliar de Mons. Arturo Rivera y Damas.

Esperemos que pueda escribir sus memorias, tiene mucho que contar.

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Antonio Molina
Antonio Molina
Religioso salvadoreño, sirve en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, Corralejo, Fuerteventura, España, y es colaborador de ContraPunto

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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