Se suele decir que lo que distingue a la persona de un animal es la capacidad de razonamiento (aunque no siempre parezca que la ejecutemos). De esta característica principal derivan más capacidades.
Durante esta pandemia del coronavirus nuestra forma de vivir cotidiana ha sido realmente afectada, e incluso limitada. Por eso hemos tenido que hacer uso de nuestra capacidad de adaptación para evitar el derrumbe. Aunque también es sorprendente, y/o admirable, la capacidad de reinvención que el ser humano ha desarrollado y cultivado.
La capacidad de reinvención vivida
Lo he vivido en mi propio trabajo, en mi entorno y en mí día a día. Desde la Fundación que presido, Mare Terra Fundació Mediterrània, “demostramos” estas capacidades con la gala de los XXVI Premis Ones Mediterrània. Muchos no la veían viable y nos auguraban un fracaso. Y que equivocados estuvieron. No solo fue un éxito, sino que fue la gala más vista de la historia de los Premis Ones, convirtiéndose así en una edición histórica.
La capacidad de reinvención, junto a la capacidad de reacción, también fueron claves para el XXVIII Curso Científico. Por primera vez se realizó en formato virtual, y la participación resultó inmejorable. Todo esto lo seguimos haciendo, trabajando y convirtiendo, día tras día, para seguir con nuestro pilar: la educación ambiental.
El medioambiente no espera, por qué no puede. Hay que cambiar las formas y los métodos, pero mantener el mensaje. Recogemos “algo” ya creado para mejorarlo. Eso es la inteligencia: trabajar para mejorar.
Un nuevo Encuentro de la RIET
En esta línea, me emociona anunciaros que ya estamos calentando motores para un único, diferente y nuevo Encuentro Internacional de la Red Internacional de Escritores por la Tierra. Un Encuentro muy diferente a los ya vividos, pero manteniendo la visión y el compromiso de la RIET.
Este Encuentro será virtual, por supuesto. Y aunque aún no hay una fecha asignada, os puedo asegurar que las letras y el medioambiente serán una vez más el leitmotiv. Lecturas, presentaciones, tertulias, debates, etc. e incluso música.
Apostaremos por todas las herramientas que están a nuestro alcance para construir unas jornadas únicas. De hecho, ya hemos empezado a trabajar en ello con varias reuniones desde nuestra sede en Tarragona, principalmente, con la sede de Costa Rica.
El esfuerzo es clave. Os doy mi palabra de que saldrá adelante y nos volveremos a ilusionar. Ilusión por lo que ya conocemos y por lo que nos gusta, pero también ilusión por lo nuevo y por los retos que eso plantea.
Pandemia de aprendizaje
Quiero terminar, una vez más, con un mensaje positivo. Una vez superemos esta “dramática” situación, podremos valorar nuestra capacidad de reinvención. Espero que seamos capaces de identificar en que hemos fallado, pero también en que hemos mejorado.
Que tengamos la capacidad de ver cómo hemos aumentado en solidaridad y humildad, valores que debemos mantener. Y también como hemos aprendido a amar y valorar más a nuestro entorno, a las personas y a nuestra madre tierra. Y recordad, que nadie os robe vuestra sonrisa.