“Tener que dirigir el trabajo donde hay 59 hombres y tres mujeres, no es nada fácil, ni tampoco difícil. Es un trabajo muy dinámico, pesado e interesante, donde me toca estar verificando la parte agrícola y ganadera, para que todo salga bien.
Para realizar este trabajo en la agricultura y ganadería, hay que tener disciplina, amor por la naturaleza, animales y sacrificio profesional. Todos los días estoy muy temprano en mi oficina, para dar direcciones a los compañeros de trabajo sobre las tareas diarias. Cada día debe de ser casi perfecto”, ese es el trabajo que realiza Jéssica Mirian Santos, desde hace cinco años, en la empresa VELESA, ubicada en el municipio de Caluco del departamento de Sonsonate y a sólo 51 kilómetros de la zona occidental de San Salvador, El Salvador.
Jéssica, tiene dos carreras universitarias, una es Técnica en Agronomía de la ENA y la otra en Administración de Agronegocios de la UCA, ambas profesiones le siguen ayudando a desarrollarse como jefa en el área de la administración agrícola y ganadera.
Es un trabajo donde se necesita concentración, dedicación, fuerzas, no hay hora de entrada o salida, conocimiento, técnica, experiencia, sabiduría y entrega al cuido de la agricultura y ganadería. Todo eso, son piezas fundamentales e importantes para este trabajo, no se puede fallar, no se valen los cálculos, por que un error puede salir caro, asegura Jéssica.
Además, de dar direcciones de tareas diarias a los empleados, también se pone a trabajar a la par de ellos, para animarlos. Todos los días les toca atender a unas 400 vacas aproximadamente.
Verifica el desarrollo de cada ternera que va naciendo y creciendo, controla el forraje, alimentación diaria, la parte agrícola, la calidad y cantidad de leche que da cada vaca y el manejo de un software de bovino, es decir un programa donde mete toda la información del ganado. Tiene un trabajo muy entretenido y con mucha responsabilidad.
Caluco es uno de los 16 municipios que forman parte del departamento de Sonsonate. Se ha caracterizado por ser una zona totalmente agrícola y ganadera. Tiene una extensión territorial de 51.43 Km2, se estima que 50.68 Km2 son de área rural y el 0.75 Km2 urbana, en el 2007, Caluco registró un total de 9,139 habitantes, de las cuales el 48.6% son mujeres y el 51.4 % son hombres, sin embargo hay muchas mujeres que se dedican a la agricultura y ganadería. La población urbana representa el 17.6% y la rural el 82.4%.
Santos asegura, que sus padres la motivaron a estudiar esas carreras relacionadas a la ganadería y agricultura, porque ellos tenían una pequeña granja de gallina ponedoras de huevo. Así fue, estudió esa carrera y terminó trabajando para la empresa VELESA, donde ella es la jefa y encargada de que todo salga bien.
El trabajo que desarrolla esta profesional de la ganadería y agricultura, no es nada fácil, cada momento debe de utilizar sus fuerzas y dominar las vacas cuando hay que inyectarlas, ponerles suero o cuando son dirigidas al sector donde las ordeñan. La veo con mucha atención, llega a su trabajo con una libreta en mano y sus botas bien puestas para iniciar su duro trabajo.
Jéssica Mirian Santos, una ingeniera, administradora, inteligente, fuerte y con muchas virtudes en su área de trabajo, asegura que cuando comenzó a desarrollarse como profesional en esta área de la agricultura y ganadería, todo fue difícil por el machismo. Mis compañeros de trabajo, eran desordenados y se sentían incómodos, porque una mujer los guiaba a hacer mejor su trabajo, pero con el tiempo, ellos han aprendido a ser diferentes, ordenados, respetuosos, amables, colaboradores y ahora ella, se siente protegida por ellos, por el respeto que se tienen como profesionales.
Escuchar el nombre de Jéssica, en esa extensa empresa es algo muy normal, ella está en todos lados. Verifica cómo ordeñan a las vacas, su salud, que la alimentación esté siempre lista y si hay nuevas crías para darles un trato con más cuidado.
“Desde las cinco de la mañana que me levanto, ya estoy pensando qué tareas haré este día en mi trabajo y que nombre le pondré a las nuevas crías, que hayan nacido durante el día o noche. Mi trabajo es tan interesante, bonito, pesado y curioso, que yo misma me encargo de ponerle el nombres a las 416 terneras, vacas y novillas, que hay en dicho lugar.
Siempre trato de poner nombres que estén vinculados con algo de Dios o la iglesia católica, nombres que representen valores como por ejemplo: capilla, misionera, peregrina, divina, misericordia, lealtad verdad, bondad, etc.
También, les pongo nombres que tengan que ver con eventos especiales que pasen en nuestro entorno, como por ejemplo: mundial de fútbol, nombres de países, personajes de la televisión como la chilindrina, de frutas, marcas de automóviles y de animales marinos.
Que cada una de ellas tenga su nombre, es la forma más fácil de poderlas identificar, eso nos ayuda a tener mejor control de todo tipo, asegura, Jéssica Mirian Santos, la mujer que tiene un trabajo difícil, fuerte, dinámico, inteligente y con muchas ganas de seguir aportando su conocimiento a la agricultura y ganadería de El Salvador.
Son las seis de la tarde-noche, Jéssica, sigue dando vueltas y verificando que todo quede en orden antes de marcharse a su casa. La mujer administradora e ingeniera agrícola de esa hacienda, se cambia las botas de hule por sus cómodos zapatos, se despide de sus compañeros de trabajo, arranca su pequeño jeep y sale rumbo a su hogar, pensando de cuál será el próximo nombre que le pondrá a unas de sus terneras cuando nazca.