El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, pidió a la Fiscalía de su país que investigue la información revelada por el periódico The New York Times sobre la participación de la Policía hondureña en el asesinato de dos agentes antidrogas de ese país, y de colaborar con cárteles de la droga en Honduras.
“No podemos retroceder en la reestructuración de la Policía Nacional y tiene que hacerse justicia en los crímenes cometidos por miembros de ese cuerpo”, dijo el mandatario a través de un comunicado oficial.
Hernández reconoció en su comunicado que la impunidad “carcomió las raíces de las instituciones” en Honduras y que eso responde a un patrón común en toda Centroamérica, Colombia y México debido al narcotráfico. Afirmó que Honduras era “el lugar preferido de los narcotraficantes para hacer sus operaciones y eso trajo como consecuencia la destrucción, a través de permear las instituciones del Estado” y que “la policía no se quedó al margen, fue una de las instituciones que quizás más se afectó por este problema del narcotráfico”.
Por otro lado también se manifestaron los agentes policiales implicados. Ellos negaron su participación. “Son informes manipulados, elaborados de manera fraudulenta. Hay mala intención”, dijo José Ricardo Ramírez del Cid, uno de los dos directores policiales señalados de colaborar con el Cártel del Atlántico, y de encubrir el asesinato del General Julián Arístides González, zar antidroga del país.
El otro acusado por los informes, el General José Luis Muñoz Licona, dijo que tiene la conciencia tranquila y que está “mil por ciento seguro de que no hubo conspiración para quitarle la vida al General Arístides González”.
En los próximos días se instalará en Honduras la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), creada por la Organización de Estados Americanos con el permiso del gobierno de Honduras. El director de la MACCIH ha dicho que serán ellos quienes elijan los casos a investigar. La corrupción policial puede caer dentro del ámbito de su competencia. El presidente Hernández no ha querido que la MACCIH tenga las mismas atribuciones que su par de Guatemala, y la OEA aceptó trabajar en el país sin capacidad investigativa propia.
Redacción ContraPunto/The New York Times