martes, 16 abril 2024
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Hágase mi voluntad

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Un religioso cualquiera dirí­a “hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, el problema es que la voluntad la inventan a su propia conveniencia y hacen lo posible para que sea todo lo que ellos quieren y no lo que los demás quieren. Así­, alguien no quiere algo y aun así­ lo tiene que soportar, todo esto porque una opinión, a veces, no importa.

Hay cosas que pueden ser malas o buenas, según cada persona. Recuerdo que en la clase de Orientación Para la Vida la maestra rezaba cada clase “Señor perdona a esos que te desprecian y deciden salirse de la clase al momento de la oración”, eso después de decir “quien no quiera orar puede salirse en este momento porque no quiero que me interrumpan”. Era algo así­ como “¡sálganse!” y luego “¡eso es una falta de respeto!”.

Pero es peor cuando un maestro decide realizar una salida religiosa en una institución laica, en este caso, el docente decidió realizar una salida a un evento juvenil de una iglesia evangélica reconocida en El Salvador. Las razones son desconocidas, pero si es una institución separada de cualquier asunto religioso ¿por qué razón los estudiantes deben estar obligados a ir a un evento religioso por una nota?

Creo que el problema reside en la alabanza, exaltación y santificación que se le da a la Iglesia, ¿cómo así­? La Oración a la Bandera Salvadoreña reza “eres [la Patria] el aire que respiramos, la tierra que nos sustenta, la familia que amamos, la libertad que nos defiende, la religión que nos consuela”. Para David J. Guzmán creo que dependemos de aire, tierra, familia, libertad y religión, aunque un verso con “el agua que sacia nuestra sed” no hubiera sido mucho estorbo.

Realmente, el problema reside en que todos los sucesos se han justificado en la religión, por lo que, si hay un terremoto es porque “el Señor está castigando a la nación”. Si en dado caso hay un eclipse, “el Señor oscurece el Sol para que vean como vivirí­an sin el astro diurno”. Todos los sucesos son lecciones de vida de parte de Dios, pero ¿y si todo forma de parte un proceso o ciclo? “No, nunca puede ser así­ porque Dios nos castiga si hacemos algo mal”.

Una de las cosas más seguras es que la religión ha sido culpable de los grandes retrasos en la historia humana. Del tiempo de la Santa Inquisición hasta estas fechas el problema es conocer demasiado, el hecho de interpretar más allá de lo que todos interpretan es lo más peligroso en el mundo. Pero el peligro más grande es creer que la solución es la religión.

Si en el mundo queremos una solución, lo único que debemos hacer es dejar a Dios a un lado de los propósitos que nosotros tenemos. El problema más grande entre los humanos es que creemos que Dios está de acuerdo con nuestros caprichos. Como punto más pequeño, los religiosos deberí­an dejar a las demás personas vivir su vida y sólo si afecta personalmente a su familia meterse en los asuntos que quieren estar reprendiendo en el mundo.

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El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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