El gobierno salvadoreño manifestó nuevamente su descontento, debido a que los diputados de la Asamblea Legislativa aun no aprueban incorporar al presupuesto el crédito de los $250 millones obtenido de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por lo tanto, el Ejecutivo lamenta esta constante y ha insistido, a través de sus funcionarios como el ministro Zelaya, el secretario Privado, Ernesto Castro; o el secretario Jurídico, Conan Castro; sobre la importancia de dotar de recursos al Órgano Ejecutivo, que es el encargado de trazar políticas como las de reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) o de apostar, con los recursos que ingresan al Estado, por la diversificación económica y la recuperación de sectores como la agricultura, la industria y los servicios.
También sigue pendiente el fideicomiso de reactivación de empresas, que será administrado por el Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL). Es de destacar que de los $250 millones del anterior crédito del BID quedaron pendientes de asignar $53 millones, otro tema donde se desconoce si la Asamblea Legislativa hará o no la aprobación, sobre todo para complementar los $15 millones del Hospital El Salvador.
No hay que olvidar que este año la caída de ingresos fiscales, según el ministro Zelaya, supera los $700 millones, por lo que es fundamental inyectar recursos a la economía a través de proyectos y políticas que también les den ingresos a los salvadoreños.
El Gobierno, una vez más, hace un llamado a los legisladores a la reflexión y a entender que el afectado es el pueblo salvadoreño.
Consiguen financiamiento destinado al sector agrícola
Por otra parte, la administración presidencial ha logrado reunir más fondos destinados al sector agropecuario.
En este sentido, el Ministerio de Hacienda envió la solicitud para que se autorice la contratación de un préstamo por hasta $45 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destinado a la cadena agroindustrial del café. Este programa se titula “Fortalecimiento de la Resiliencia Climática de los Bosques Cafetaleros en El Salvador”.
El cultivo del café ha sido uno de los más afectados en el mundo por las variaciones extremas en la temperatura y la frecuencia de las lluvias. La roya es una de las enfermedades que ha empeorado debido a estas circunstancias, además de la reducción en la productividad por cafeto.
Con esta operación, ya suman $398 millones otorgados por el BID al país, para una diversidad de actividades, pero que han quedado entrampados en la Asamblea Legislativa. Los diputados, que aprobaron los decretos para poder gestionar estos fondos externos, buscan cualquier motivo para postergar su aprobación y mantener a la población necesitada sin acceso a los programas.
En total, hasta la fecha son $802 millones que ya están en manos de los diputados para que puedan aprobarlos.
Más de $100 millones van para salud pública, $85 millones para el sector agropecuario, $15 millones para terminar de ejecutar los programas del FOMILENIO II, créditos para las mipymes que urgen de reiniciar sus actividades y proteger los empleos, entre otros destinos.
El préstamo del BID para caficultura cubre toda la cadena: desde transferir tecnología para aumentar la fuerza de los cafetos ante el cambio climático, hasta mejorar las expectativas de ingreso para los productores.
