Por Luis Rene Caceres, economista
Uno de los actos más determinantes en la vida de las personas es el suicidio. Es un acto sin remedio, sin marcha atrás, no hay vuela de hoja, es definitivo. Y es una acción que trae dolor irremediable a hijas, hijos, padres y otros más. No obstante sus tristes implicaciones, este acto ha adquirido en las expresiones populares, especialmente las musicales, cierto sesgo que minimiza su gravedad. Por ejemplo:
Y de una vieja canción ranchera se cita: Para echarme al vicio O quitarme la vida mejor No me vayas a llorar El día que muera yo. Y de otra: Camino a Guanajuato la vida no vale nada. Y hay ironía en el corrido de la Rosita Alvirez: El día que la mataron Rosita estaba de suerte, De tres tiros que le dieron, nomás uno era de muerte. La Delgadina no tuvo mejor suerte: Delgadina estaba muerta Tenía sus hojos cerrados Tenía su boquita abierta. Mientras que Julius se para en: Me olvide de vivir. Hay libros con títulos relacionados con la muerte: Death on the Nile. Muerte en Venecia Y el extraordinario: La Muerte del Comendador. Y expresiones sobre la muerte que encontramos en libros: Como se viene la muerte… Y de Albert: Los hombres mueren y no son felices. Mientras que Roque: Los que murieron de paludismo o de las picadas del escorpión o de la barba amarilla en el infierno de las bananeras. Y hay libros que tratan sobre la muerte y sus vericuetos, como el Mapa y el Territorio. Y está escrito que nadie sabe cuando vendrá.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, a nivel global, en 2012 ocurrieron 804,000 suicidios, que representa una tasa de 11.4 por 100,000 habitantes, 15.0 por ciento para hombres, y 8.0 para mujeres. Esta Organización estima que en 2020 el suicidio representaría 2 por ciento de las muertes por enfermedad; observa también que las tasas de los países latinoamericanos han mostrado tendencias ascendentes.
En este cuadro se observa que las tasas de suicidio masculino son superiores a las tasas de suicidio femenino; se destaca también las bajas tasas de suicidio en Honduras. La alta tasa de suicidio masculino de Guatemala podría explicarse por la discriminación que sufre la población indígena, que representa alrededor del cincuenta por ciento de la población, ya que la discriminación no es propicia a la integración social.
Los números promedios del periodo 1970-1998 de las tasas de suicidio de los países europeos eran superiores a los valores de los países centroamericanos mostrados en el cuadro precedente; estos promedios pasaban del valor más alto, de 42.19 correspondiente a Finlandia, al segundo valor más alto, el de Suiza, con 32.83, mientras que los valores más bajos eran los de Grecia, con 5.14; Italia, 10.12; España, 10.99; Portugal, 14.12. El valor promedio de los países europeos era entonces 23.35
No es necesario insistir, el suicidio es cosa seria, y así demanda conocer sus determinantes y las medidas preventivas que pueden contribuir a evitarlo.
El análisis de las causas del suicidio ha recibido considerable atención en los círculos académicos y científicos, especialmente en los ámbitos de la salud pública, la psiquiatría y la sociología. El primer estudio científico del suicidio es la obra de Emile Durkheim, publicada en 1897. Este autor propone desde una óptica de la sociología, que el suicidio resulta de la voluntad del individuo de romper con el orden establecido ante eventos personales adversos en medio de bonanza o contracción económica. En la actualidad los estudios sobre esta materia siguen los postulados de Durkheim, especialmente con relación al papel de la contracción económica y el desempleo.
En la literatura de la economía se encuentran muchos artículos sobre el suicidio y sus determinantes, principalmente para los EE. UU. y los países europeos. Entre estos se destaca el estudio de Minoiu y Rodriguez Andres (2008) para los 50 estados de los EE. UU., que reportaron que la tasa de suicidios no aumentaba con la tasa de desempleo, pero era particularmente alta en estados relativamente despoblados, donde no es fácil la interacción entre las personas, y aumentaba con la tasa de divorcios del respectivo estado, y disminuía a medida que los gastos estatales de salud pública y de transferencias o bonificaciones a personas pobres, aumentaban. En los EE. UU. las más altas tasas de suicidio se observaban en los estados de Nevada y Colorado, estados con baja densidad de población, y las tasas eran bajas en New Jersey y New York, donde la densidad es alta. Un resultado de interés es que en los estados con alta participación de población emigrante en su población total, la tasa de suicidios era baja.
Para el caso de una muestra de países de la Unión Europea, Antonakakis y Collins (2015), reportaron que las tasas de suicidios aumentaban ante incrementos del desempleo y la caída de la actividad económica, y también estaban asociadas de manera positiva con la tasa de divorcio. Un resultado de importancia es que la reducción del gasto publico aumentaba la tasa de suicidio, mientras que los aumentos de los beneficios de desempleo y la protección del empleo la disminuían. Los autores concluyeron que la política social era un importante mecanismo para prevenir el suicidio.
Son pocos los estudios sobre suicidios que se han publicado para el caso de los países latinoamericanos. A continuación, se hace referencia a un estudio para México, de Fernández et al (2016), quienes analizaron la estacionalidad de las series temporales mensuales del suicidio en México, del periodo 2000-2013. Los autores detectaron que los suicidios aumentan el día siguiente a fechas festivas como navidad, día de madre,16 de septiembre, lo que explicaron señalando que estas fechas acentuaban los sentimientos de soledad de las personas. Presentaron otra explicación en términos del excesivo consumo de alcohol en esos días festivos. Los autores también encontraron que el suicidio es un fenómeno urbano, al que recurren hombres de bajo nivel de educación. Otra observación que hicieron es la tendencia ascendente del suicidio después de 2007, año cuando se inició la guerra contra las drogas; además, encontraron que los suicidios aumentan en el mes de mayo y caen en febrero.
El aumento del suicidio en los primeros meses de la primavera ha sido detectado en otros países y se ha explicado por los cambios endocrinológicos que las personas experimentan cuando empieza la temporada de altas temperaturas, que vuelven sus sistemas nerviosos más sensibles. Petridou et al (2002) han reportado para el caso de 20 países desarrollados, que los suicidios alcanzan su valor más alto en junio en los países en el hemisferio norte, y en diciembre en los del hemisferio sur. Durkhein presenta otra explicación sobre la influencia del clima caliente sobre el suicidio, señalando que en los meses de verano y primavera las actividades sociales aumentan, lo que crea altos niveles de stress en algunas personas quienes, ante las dificultades de establecer relaciones sociales, optan por suicidarse.
El papel del desempleo como determinante del suicidio se observa en el caso de México, donde el aumento del desempleo juvenil masculino da lugar al aumento de la tasa de suicidio masculino, como se muestra en el grafico 1. (Todos los gráficos que se presentan a continuación se han preparado con datos de suicidios y de variables macroeconómicas del periodo 2000-2018, tomados del World Development Indicators, del Banco Mundial).
Gráfico 1. México: Desempleo juvenil masculino y tasa de suicidios
Es de interés observar que la política monetaria tiene un papel en el suicidio en México, ya que el aumento del diferencial o, “spread”, entre las tasas activa y pasiva, que representa una situación de contracción del crédito, está asociada con el aumento de la tasa de suicidio femenino (Grafico 2).
Gráfico 2. México: Número de suicidios femeninos anuales por 100,000 personas y el cambio anual del spread.
En el caso de El Salvador, las variables asociadas con el estancamiento económico, como la desindustrializacion y la apertura, están relacionadas con aumentos de la tasa de suicidio. El grafico 3 muestra que, en El Salvador, a medida que aumenta el déficit en la cuenta comercial, es decir entre más altas son las importaciones con respecto a las exportaciones, más alta es la tasa de suicidios masculino.
Gráfico 3. El Salvador: déficit en la cuenta comercial y tasa de suicidios masculina.
Se observa también que la reducción de las tarifas a las importaciones ha dado lugar al aumento de los suicidios masculinos en El Salvador (grafico 4).
Gráfico 4. El Salvador. Tarifa a las importaciones y tasa de suicidio masculino.
La importancia de la calidad del empleo se observa en el grafico 5, que muestra que, en El Salvador, el aumento del empleo masculino en el sector industrial tiende a disminuir la tasa de suicidio masculino; estos son empleos de calidad, pero han disminuido debido a la apertura que ha conducido a que las importaciones desplacen la producción nacional (Caceres, 2017).
Gráfico 5. El Salvador: tasas de empleo masculino en el sector industrial y suicidio masculino.
Es de interés observar que en El Salvador los suicidios masculinos aumentan a medida que aumentan las remesas como porcentaje del PIB. Esto tiene relación con la obra de Durkheim, que explicaba el suicidio en términos de la fragmentación social, la que se puede representar por las remesas (grafico 6).
Gráfico 6. El Salvador: remesas como porcentaje del PIB y tasa de suicidio masculino.
El hermano lejano, en un corrido que no da colera dice: Madre querida extraño tus tortillas, tengo dos chambas, hay días que no me alcanzo. No me importa que me mate trabajando Para que no les falte nada. O sea que se matan aquí y allá.
Otro resultado para El Salvador es que, ante el aumento de la tasa de homicidios, es decir el número de homicidios anuales por 100,000 habitantes, la tasa de suicidio masculino aumenta (grafico 7), pero la de suicidio femenino disminuye (grafico 8).
Gráfico 7. El Salvador: número de homicidios anuales por 100,000 habitantes y tasa de suicidio masculino
Gráfico 8. El Salvador: número de homicidios anuales por 100,000 habitantes y tasa de suicidio femenino.
Es decir, el ambiente de violencia motiva a los hombres a recurrir al suicidio, mientras que, para las mujeres, conscientes que ante la violencia tienen que poner mayor esmero por cuidar la familia, el suicidio no es una opción. Este es otro ejemplo del papel de la mujer actuando como red de protección social.
Sin embargo, el auto empleo femenino, es decir, el empleo en la informalidad, tiene una relación positiva con el suicidio femenino (grafico 9), mientras que el auto empleo masculino no tiene ninguna relación con el suicidio masculino (grafico 10). Es decir, los hombres, contrario a las mujeres, tienen capacidad de sobrevivir la vida en la economía informal, cuya crueldad conduce a las mujeres al suicidio.
Gráfico 9. El Salvador: Tasas de Auto empleo femenino y de suicidio femenino.
Gráfico 10. El Salvador: Tasas de Auto empleo masculino y de suicidio masculino.
Hay que hacer referencia al estudio de Caceres (2022) sobre la transmisión de la políticas monetaria y fiscal en la Republica Dominicana, que aborda también el tema del suicidio masculino. Este autor encontró que la política monetaria restrictiva, como la caída del crédito destinado al sector privado, como porcentaje del PIB, daba lugar al aumento de la tasa de suicidio. Esta relación se muestra en el gráfico 11:
Gráfico 11. República Dominicana: Número de suicidios masculinos anuales por 100,000 personas y crédito al sector privado como porcentaje del PIB
Se observa también que el aumento de la tasa de desempleo juvenil femenino está asociado con el aumento de la tasa de suicidio femenino (grafico 12):
Gráfico 12. República Dominicana: Tasa de desempleo juvenil femenino y número de suicidios femeninos por 100,000 habitantes.
De especial importancia es el papel de la desindutrializacion en incrementar el suicidio, como se observa en la gráfica 13. Es decir, la perdida de empleos de calidad como consecuencia del desplazamiento de la industria manufacturera nacional por las importaciones es un determinante de la tasa de suicidio masculina.
Gráfico 13. República Dominicana: Participación de la industria manufacturera en el PIB, DRManu, y tasa de suicidio masculino.
Dado que el principal determinante de la desindustrialización es la reducción de las tarifas a las importaciones, se observa en el grafico 14 que la reducción arancelaria esta asociada con el aumento de la tasa de suicidios.
Gráfico 14. República Dominicana: Tarifa a las importaciones y tasa de suicidios femenina.
Es decir, contrario a las noticias falsas relacionadas con los “beneficios” de la apertura, por las tendencias al estancamiento y las pérdidas de empleos de calidad a que da lugar, la reducción arancelaria induce el suicidio. O sea que la apertura mata.
Jorge, el distinguido poeta chinamequense le decía a la María: Que pasen todas las corrientes Mi amor sabe nadar Mirare la muerte sonriente Que se ira a caminar.
En el caso de Guatemala se observa que las tasas de suicidio femenino y masculino caen a medida que aumenta el crédito al sector privado como porcentaje del PIB (gráficos 15 y 16).
Gráfico 15. Guatemala: Ratio de crédito al sector privado a PIB y tasa de suicidio femenino.
Gráfico 16. Guatemala: Ratio de crédito al sector privado a PIB y tasa de suicidio masculino.
Esto es evidencia de la importancia de la expansión del crédito en prevenir el suicidio.
También se observa en Guatemala que los suicidios masculinos y femeninos aumentan con el aumento del auto empleo masculino (gráficos 17 y 18).
Gráfico 17. Auto empleo masculino y tasa de suicidio masculino.
Gráfico 18. Auto empleo femenino y tasa de suicidio femenino.
Se observa en Costa Rica que la tasa de suicidio masculina cae con el aumento anual de la oferta monetaria ampliamente definida (grafico 19), o sea que la contracción monetaria puede ocasionar aumentos de los suicidios.
Gráfico 19. Costa Rica: Aumento de oferta monetaria, (M2), y tasa de suicidios masculinos.
De los gráficos anteriores se deduce la importancia del sector bancario en la determinación de los suicidios, en cuanto el desempleo que resulta de la contracción del crédito puede inducir a las personas a tomar la decisión de terminar su vida.
El grafico 20, tomado de Caceres (2020), muestra que la reducción del crédito como porcentaje del PIB, en El Salvador fue extremadamente severa durante la crisis global, y su recuperación fue lenta.
Gráfico 20. El Salvador: Crédito como porcentaje del PIB.
Así mismo, en El Salvador la expansión del dinero fue muy lenta en este periodo, aun negativa en 2011, (grafico 21):
Cuadro 21. Crecimiento anual del dinero (M2).
La CEPAL (2016) ha señalado que El Salvador fue el único país de América Latina que incremento la tasa de prestamos en 2009, en lo peor de la crisis global. Este aumento de tasa de interés ocurrió no obstante que la tasa de referencia de la Reserva Federal de los EE. UU., había caído drásticamente con relación a su valor de 2008. Esto hace ver el carácter discrecional de los movimientos de la tasa de interés.
Hay amor mío Que terriblemente absurdo es estar vivo Sin tu latido. Y: Entre morir o matar Prefiero amar, amor Prefiero amor.
Los gráficos anteriores demuestran que existen variables económicas que explican el suicidio; estas variables están dentro del radio de acción de la política pública. La informalidad, la tasa de homicidios, la violencia, y el desempleo juvenil están relacionados con la baja calidad de la educación, que es por su parte resultado del bajo gasto en educación (Caceres, 2018).
También dentro de la política pública se encuentran medidas para reducir el déficit en la cuenta comercial, mediante la protección a la producción nacional y la contención de las importaciones. La apertura desmedida de las economías centroamericanas es una de las causas principales de sus tendencias al estancamiento económico, (Caceres, 2017), y por tanto, de la violencia y la exportación de gente.
Otro musico y poeta, Agustín, gemía: Arráncame la vida Con la última gota De tu amor. Y el insigne poeta oriental, Pedro de Trejo, contemplando las montañas de Chinameca, escribió: Este poema te acompaña Hasta la muerte Así no se empaña Ni mi amor ni tu suerte.
Dada la incidencia de la contracción del crédito en motivar el suicidio, es del caso capitalizar la banca estatal, y ampliar su radio de acción y cobertura territorial, de manera que este en capacidad de contrarrestar la reducción de crédito por la banca privada, y así salvar vidas. En el caso de El Salvador, Gasteazoro (2019) ha demostrado que, contrario a los desembolsos de la banca privada, los desembolsos de la banca estatal tuvieron naturaleza contra cíclica al ciclo económico durante los años de la crisis global. En el mismo sentido, Existe evidencia que en esos años, los bancos estatales de algunos países latinoamericanos incrementaron sus programas crediticios para llenar los vacíos dejados por la banca internacional y doméstica privada (Cull and Martínez Peria, 2012).
Además, de los resultados obtenidos en otros países, se deduce la importancia de incrementar el gasto público en salud, con miras a ofrecer en el territorio nacional servicios de psiquiatría, entre otros, especialmente para la juventud, así como servicios de terapias para ayudar a la población a confrontar adversidades.
Por tanto, es imperativo establecer una economía más racional, purgada de su naturaleza criminal, que sustente la cohesión social y combata la exportación de gente, y la fragmentación social, y conduzca a la creación de una nación que disfruta de paz, prosperidad y que honra la vida.
Hay que recalcar que, en “virtud” de la dolarización, la economía salvadoreña no tiene mecanismos para contrarrestar las tendencias recesivas y el desempleo resultantes de una crisis global o nacional, ya que no se puede devaluar para impulsar las exportaciones y frenar las importaciones, ni se puede expandir el crédito y reducir la tasa de interés para paliar las tendencias recesivas; por lo tanto, es una economía sumamente desprotegida, a merced de las decisiones que tome la banca privada con relación al crédito y a la tasa de interés. Es decir, la vida de la población salvadoreña está en juego.
No hay que olvidar que la vida debe ser respetada y protegida: Do you work wonders for the dead? Do the shades rise up to praise? Is your steadfast love declared in the grave.
Esto requiere llevar a cabo esfuerzos adicionales para incrementar la recaudación tributaria, mediante una reforma tributaria, que incremente los ingresos fiscales de manera que existan los recursos para atender decididamente las necesidades de la población, y así, entre otros aspectos, evitar las muertes por suicidio, por homicidios o por emigración irregular.
Por tanto, es pertinente introducir el impuesto a las transacciones financieras, el cual existe en muchos países latinoamericanos. Lo mismo se puede decir del impuesto a la riqueza.
Hay que señalar que el consumo de alcohol tiene altos costos para las arcas nacionales en cuanto, por los accidentes y enfermedades a que da lugar, conlleva gasto de hospitalizaciones, medicinas y de infraestructura física destruida, además de muertes, que hacen procedente incrementar el impuesto aplicable a las bebidas alcohólicas.
Hay que señalar que los costos derivados del exceso en el consumo de alcohol en los EE. UU. es sumamente alto. Bouchery et al (2011) encontraron que en el año 2006 estos costos alcanzaron la suma de 223.5 mil millones de dólares, o sea 746 dólares en términos per cápita. Del costo total, 161.3 mil millones se originaban en perdidas de productividad, 24.6 mil millones en aumentos de gastos de cuidados médicos, 21 mil millones en gastos de procesos legales y 16.7 mil millones en otros. Del total, 42.1 por ciento, o sea 94.2 mil millones, fue incurrido por el sector público. Esta cifra equivale a un costo para el sector público de 80 centavos de dólar por cada bebida alcohólica servida. El costo total para el sector público es superior a la suma recaudada de impuestos locales, estatales y federales de 15.56 mil millones.
Sin lugar a duda estas cifras se replican en El Salvador. Por tanto, es claro que es procedente y lógico incrementar el impuesto a las bebidas alcohólicas.
¿Acaso hay algo más valioso que la vida de las y los salvadoreños? Death be not proud!
Otra medida para incrementar los ingresos del sector público en El Salvador puede ser vender las dos estatuas que se encuentran en la entrada oriente del palacio nacional y así, parar esa burla al pueblo salvadoreño.
No incrementar los ingresos fiscales podría, de manera tacita y por defecto, representar aceptar el llamado fascista de:
¡Viva la muerte! Al contrario, el llamado a responder es: Viva El Salvador, Viva Centroamérica.
Andres, Antonio R. (2005). Income Inequality, Unemployment and Suicide: A Panel Data Analysis of 15 European Countries, Applied Economics, vol. 37, pp. 439-451.
Antonakakis, Nikoaos y Alan Collins (2015). The impact of fiscal austerity on suicide mortality: evidence across the “Eurozone periphery.
Bouchery, Ellen E. et al (2011). Economic Costs of Excessive Alcohol Consumption in the U.S., 2006, American Journal of Preventive Medicine, paginas 516-524.
Caceres, Luis Rene (2018). Hechos estilizados sobre la calidad de la educación en América Latina, trabajo sin publicar.
Caceres, Luis Rene (2022). Los mecanismos de transmisión de las políticas monetaria y fiscal en la Republica Dominicana, trabajo sin publicar.
Caceres, Luis Rene (2020). El mecanismo de transmisión en una economía dolarizada: el caso de El Salvador. Cuadernos de Economía, vol. 83, paginas 713-746.
Caceres, Luis Rene (2017). Economic Openness and Stagnation in Central America, Journal of Developing Areas, vol. 51, paginas. 373-38.
CEPAL, (2016). Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe en 2016, Santiago de Chile.
Cull, Robert y Maria Soledad Martinez Peria (2012). Bank Ownership, Trends and Implications, IMF working paper, 17/60.
Fernandes, Nino, et al (2016). The Mexican Cycle of Suicide: A National Analysis of Seasonality, 2000-2013, PLOS/ONE, paginas 1-20.
Gasteazoro, Alejandro (2019). Comportamiento de los desembolsos de la banca privada y pública durante los años de la crisis global, trabajo sin publicar.
Minoiu, Carmelia y Antonio Rodrigues Andres (2008). The effect of public spending on suicide: Evidence from U.S. state data, The Journal of Socio-Economics, vol. 37, paginas 237-261.