El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, reconoció hoy pública y oficialmente el nombramiento como cardenal, de parte del papa Francisco, de monseñor Gregorio Rosa Chávez, quien ha sido durante 30 años el obispo auxiliar del Arzobispado de San Salvador, así como el trabajo que la Iglesia Católica hace por El Salvador.
El nombramiento de Rosa Chávez, de 71 años de edad, lo hizo el papa Francisco el domingo, junto al de cuatro nuevos cardenales. En el caso salvadoreño ha sido motivo de júbilo nacional, lo que se ha visto reflejado en todos los espacios periodísticos de este lunes, así como en las redes sociales.
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“Vemos ese nombramiento con mucha alegría y esperanza, creemos que ese nombramiento no solo es un reconocimiento a la intachable trayectoria de monseñor Rosa Chávez, sino es un reconocimiento al país (El Salvador) y a tanto esfuerzo que la iglesia católica ha realizado en el país, a tantos mártires que la iglesia católica han tenido en el país”, aseveró el jefe de la diplomacia salvadoreña.
El ahora futuro cardenal Rosa Chávez dedicó su nombramiento al beato Oscar Arnulfo Romero, asesinado por la ultraderecha salvadoreña en marzo de 1980, y a quien el Vaticano procesa para convertirlo en Santo por su martirio y sacrificio por la fe y los pobres. Romero fue un defensor de los derechos humanos y de la justicia social.
El canciller Martínez afirmó finalmente que el gobierno espera que otras "buenas noticias" para El Salvador, como serán la santificación de Romero y la beatificación del jesuita Rutilio Grandes, también asesinado por soldados en 1977, acusado de organizar a los campesinos para luchar por sus tierras y contra la represión de la dictadura militar del momento.
La Iglesia Católica salvadoreña tiene más de 30 mártires que fueron asesinados antes y durante la guerra civil (1980-1992), entre sacerdotes, monjas y laicos.