El presidente colombiano, Juan Manuel Santos anunció que cuatro años de negociaciones entre el Gobierno y Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) culminarán con la firma de un Acuerdo de Paz que pondrá fin a más de medio siglo de conflicto armado en ese país.
“Todo está acordado gracias a un esfuerzo titánico de las delegaciones en las mesas de conversaciones, solo quedará la firma definitiva y la refrendación de lo pactado en un plebiscito que se celebrará el próximo 2 de octubre”, manifestó el presidente colombiano.
Las FARC ha sido considerada una de las guerrillas más potentes del mundo, las cuales operan en Colombia y en la zona fronteriza con Venezuela desde su creación en 1964. Según fuentes documentales, las FARC han sido responsables de más de 220 mil asesinados; 45 mil desaparecidos y desplazados, narcotráfico, minería ilegal y técnicas terroristas.
El pacto de paz, acordado en La Habana, Cuba, promete a las FARC, de acuerdo a las negociaciones, las condiciones de amnistía para los guerrilleros, participación política y su reincorporación a la vida civil. El acuerdo será presentado en el Congreso y a consulta popular para ser consolidado y puesto en marcha.
“Colombia no es El Salvador”
El cenador, Alfredo Rángel, perteneciente al Partido Centro Democrático, opositores al Gobierno de Santos, aseguró que la mayoría del pueblo colombiano no ve con satisfacción el acuerdo entre Gobierno y guerrilla.
“Hay un rechazo porque esta es una paz con impunidad, sin justicia, los principales actores de crímenes atroces y de lesa humanidad no pagarán ni un día de cárcel, adicionalmente se les va a premiar con curules en el Congreso y no se les exigirá entregar sus enormes riquezas derivadas del narcotráfico”, acotó Rángel.
El cenador dijo que el proceso de paz en Colombia no es el mismo que tuvo lugar en El Salvador en 1992, “porque la mitad en El Salvador estaba de lado del Gobierno y la otra mitad apoyaba a la guerrilla, en Colombia no pasa eso, aquí el 98% repudiamos a la guerrilla de las FARC”.
El funcionario afirma que el presidente Santos cometió un grave error en negociar con la guerrilla la agenda nacional, la suerte del campo, la política antinarcóticos, reformas políticas e institucionales, pues asegura, no existe legitimidad alguna que se le pueda otorgar al grupo guerrillero.
Rángel sostuvo que el Gobierno no debe levantar aún las negociaciones y debe reconsiderar reformas los puntos inconvenientes para el pueblo colombiano a fin de lograr una paz estable y duradera, “esas negociaciones deben reformularse para poder tener un mejor Acuerdo”.