El gobernador de California, Gavin Newsom, confirmó el pasado jueves que llevará a cabo una visita en El Salvador entre el 7 y el 10 de abril para tratar posibles soluciones a la violencia y la pobreza, que son los factores que han ocasionado el fenómeno de las caravanas migrantes que han estado viajando hacia Estados Unidos desde finales de 2018.
Este será el primer viaje oficial al extranjero de Newsom, desde que asumiera el cargo en el mes de enero. Una situación que se considera atípica, puesto que los primeros viajes de este tipo de funcionarios suelen dirigirse hacia sus vecinos de México o Asia, principales naciones aliadas comerciales del país norteamericano.
En California viven 680.000 salvadoreños en la actualidad, mientras que Los Ángeles es el hogar de la comunidad mayoritaria de salvadoreños en territorio norteamericano. De hecho, Newsom tomó esta decisión tras reunirse con líderes de la comunidad cuscatleca que forma parte de la Clínica Monseñor Romero de Los Ángeles.
“Mientras el Gobierno Trump se empeña en demonizar a los que huyen de la violencia de Centroamérica, California se compromete a sostener a nuestras comunidades inmigrantes y entender las causas de origen de la inmigración. No se trata solo de México, como piensa el presidente de Estados Unidos”, precisó Newsom.
Este discurso reafirma la opinión de expertos sobre que el viaje responde a un nuevo intento del gobernador por distanciarse de la visión en política exterior de Donald Trump.
“Me temo que las cosas solo van a ir a peor a no ser que enfrentemos esta cuestión de una manera sistémica, Es importante responder a la narrativa destructiva del presidente. Esta guerra constante que tenemos con el presidente es destructiva, no constructiva, y no aporta nada a la solución de este problema”, añadió Newsom.