El expresidente salvadoreño Mauricio Funes, aseguró que ha presentado pruebas que afirman que las deudas personales tanto de él como de su exesposa, Vanda Pignato que fueron canceladas al inicio de su gestión presidencial, las pagó con fondos sobrantes de las donaciones que recibió el movimiento “Amigos de Mauricio” para financiar su campaña presidencial en 2009.
“Todos aquellos que trabajaron en mi campaña, no solo del FMLN sino también del movimiento Amigos de Mauricio, se dieron cuenta que yo recibía donativos en efectivo o en cheques desde un dólar hasta 50 mil dólares. No todo se ocupó durante la campaña. Al inicio de mi gestión presidencial recibí por parte de dicho movimiento los fondos sobrantes y los usé para pagar alguno de los gastos que ahora Probidad pregunta de dónde salieron los recursos”, explicó Funes durante una entrevista matutina de canal 12.
La Cámara Segunda de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) admitió el pasado 7 de mayo una demanda civil por enriquecimiento ilícito que asciende a $$728,329.74 en contra de Funes, su hijo, Diego Funes, y su exesposa y actual secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato.
Además desvinculó a Pignato de las acusaciones sobre pago de deudas al iniciar su gestión presidencial. "Vanda no tenía ingresos, trabaja ad honorem en la Secretaría, soy yo quien tiene que justificar el dinero", aseguró Funes.
Entre las inconsistencias detectadas se encuentran pagos de deudas, compra de vehículos de lujo y gastos excesivos, los cuales según Probidad, no estaban al alcance de las capacidades económicas del exmandatario.
“En la observación que hizo inicialmente la sección de Probidad me agrega 700 mil dólares cuando 180 mil de ellos corresponden a salarios percibidos durante un año en una empresa privada, después de la presidencia de la República; y 150 mil corresponden a ingresos que percibí como producto de mi candidatura a la presidencia. Esos dineros no deberían haber sido incluidos en el dictamen de Probidad ni por la Fiscalía General de la República”, explicó.
Funes cuestionó porque la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) inició de manera inmediata una investigación de enriquecimiento ilícito en su contra, pero no actuó de la misma forma con exfuncionarios de los gobiernos anteriores.
“Llama la atención que en la lista de exfuncionarios que estaban investigando Probidad no aparece ningún promitente dirigente de ARENA. Hay alcaldes de ARENA que llevan como nueve periodos y no están siendo auditados; hay funcionarios de la administración Saca como la diputada Ana Vilma de Escobar que fue vicepresidenta de la República. ¿Por qué no se le ha abierto una auditoria si mi Gobierno presentó un aviso ante la Fiscalía por el manejo del fideicomiso FECEPE?”, cuestionó.
Asimismo Funes recalcó que no existe ninguna orden de detención en su contra ni ninguna restricción de carácter migratorio ni laboral, y que actualmente se dedica a la producción audiovisual y al marketing político.
“Yo sigo viviendo en El Salvador. Mi arraigo laboral y migratorio es El Salvador”, sostuvo el exmandatario.
Mauricio Funes aclaró que su acusación es de tipo civil y no penal, y comparó su proceso con el que actualmente tiene a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff separada de sus funciones por acusaciones de maquillaje fiscal y sobornos; Funes alega que es una campaña de desprestigio político en contra del FMLN de cara a las próximas elecciones.