El partido FMLN rechazó y condenó este miércoles la destitución de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, calificando la decisión del Senado brasileño como un golpe de Estado en contra de la voluntad del pueblo de ese país suramericano.
“Se ha consumado un golpe de Estado contra la voluntad del pueblo brasilero y contra su legítima gobernante. Es un retroceso antidemocrático, diseñado y dirigido por oscuros sectores de la oligarquía local, enquistados en el parlamento y el poder judicial, en complicidad con los grandes medios de comunicación de la derecha”, sostiene el partido de gobierno por medio de un comunicado oficial.
De acuerdo con el FMLN, dicha decisión refleja el descontento de los opositores, de que los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) hayan sacado de la pobreza más extrema a millones de personas en el campo y la ciudad, y hayan implementado cambios estructurales con participación de las mayorías hasta entonces marginadas.
“Los enemigos de la democracia han dado una señal inequívoca de su intención de controlar el poder político absoluto por la vía parlamentaria, jurídica e institucional, retornando al querido pueblo de Brasil a los más oscuros años de las dictaduras, que ese mismo pueblo supo derrotar”, sostiene el FMLN.
Además considera que la actitud de la derecha brasileña y sus partidos “pone hoy en peligro la estabilidad regional y los enormes avances hacia la integración continental, del cual tanto el ex presidente Lula como la presidenta Rousseff fueron dignos y firmes impulsores”.
Asimismo el FMLN reiteró el respaldo y la solidaridad con Dilma Rousseff y con el pueblo de Brasil ante esta decisión.
Por su parte el gobierno salvadoreño evaluará cómo serán las relaciones entre ambas naciones tras la destitución de Rousseff, un hecho que el portavoz del gobierno salvadoreño calificó de “importante para América Latina”.
“Se evaluará cuál va a ser el escenario que la situación de Brasil ofrezca para El Salvador”, dijo Eugenio Chicas, vocero de la Presidencia salvadoreña.
Con 61 votos del Senado brasileño, Dilma Rousseff fue destituida este día formalmente como presidenta de Brasil por acusaciones de que su Gobierno cometió irregularidades al emplear trucos contables para esconder el verdadero déficit fiscal.
Con esta decisión, Michel Temer, vicepresidente y líder conservador quien fue nombrado jefe de Estado interino desde la suspensión de Rousseff el 12 de mayo, asume tras el "impeachment" oficialmente la presidencia hasta las elecciones de 2018.
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