Historia se llama a la recolección y reproducción de acontecimientos pasados.
Esta puede revelar acontecimientos de ayer o de muchas civilizaciones atrás, si tienes paciencia de adentrarte en el pasado puedes concluir, que casi todo se ha dicho y probado en relación con el comportamiento humano.
El mundo está atravesando un período de cambios que nuca antes se ha vivido y comprenderlo en medio de la necesidad de satisfacer las necesidades básicas de la familia, no es tarea fácil.
Conocemos de civilizaciones e imperios que han desaparecido y deberíamos saber que estas no desaparecieron por guerras, desaparecieron porque sus poblaciones se acomodaron al sistema y no se preocuparon por otras influencias que llegaron a imponer nuevas nuevos valores, tradiciones y costumbres.
El imperio norteamericano, seguía este patrón, el pueblo callaba su inconformidad, nadie protestaba por que sus fábricas abandonaran su país, en silencio aceptaban el desempleo, la invasión de ilegales a su territorio, el dejar de ser una sociedad productiva y volverse una nación dependiente.
Llegué a creer que el fin del imperio estaba próximo.
Los EE.UU., se disculpaba ante el mundo por haber sido la potencias tecnológica, económica y militar que nos libró del colonialismo e inspiro al viejo mundo y a sus vecinos a lograr la independencia y aspirar a ser naciones soberanas.
Está claro que este proceso de progreso no logró mantenerse. Sucedió como es normal que el poder político y la debilidad de los humanos se prestó para corromper el sistema, su sistema judicial e instituciones y el poder del dinero llega a instrumentar la prensa, la que se convierte en su medio de propaganda y es utilizada para confundir a las masas.
Los gobiernos de EE.UU., se vuelven instrumento de las corporaciones quienes llegan a decidir quién será el próximo presidente y el pueblo no se da cuenta del engaño y sigue este horrendo juego por más de 60 años en los cuáles derrocar gobiernos, exaltar la globalización para que nuestros gobiernos y países entreguen sus banca recursos naturales y servicios a extranjeros nos convierta en naciones totalmente dependientes e incapaces de ejercer soberanía pues engañados hemos endeudado a nuestros pueblos.
Nuestro deterioro, lleva a deterioro del imperio y es así como los EE.UU., deja de tener credibilidad en el mundo, su ejército se debilita, comercialmente es abusado por todos y como aliado no es confiable; esto indicaba que su fin como imperio está cada vez más cerca.
Quiénes manejaban este corrupto sistema, a quienes llamo el Viejo Orden Mundial (V. O. M.) están seguros de elegir a la primera mujer presidente en los EE.UU. y en el segundo período de su mandato, se proponen desestabilizar el planeta de tal forma que establecer el Gobierno Mundial se justifique. (Una acción nuclear, limitada para ellos, probablemente)
El plan marcha sobre ruedas, eligieron al primer presidente de color y elegir a la primera mujer presidente sería fácil pues la vienen preparando desde años atrás y la prensa tradicional la da como seguro ganador de las elecciones del 2016.
Nadie esperaba lo que sucedió, un empresario exitoso de Nueva York anuncia su participación como candidato a la nominación del partido republicano, esta etapa es parte del proceso para llegar a ser elegido aspirante a la presidencia en los partidos de los EE. UU.
El empresario extraño a la política se llama Donald J Trump y debe enfrentar a dieciséis contendientes dentro de su partido, la mayoría con tradición política y financiado por las corporaciones que se benefician del estilo corrupto que desde Washington se aplica a todo el mundo.
Nadie en espectro político y prensa le da a Trump posibilidad alguna de ser electo como candidato del partido republicano.
Finalmente deben aceptar que Donald J Trump es electo candidato a la presidencia por el partido republicano.
Ahora debe enfrentar a la que fraudulentamente resulta como candidata del partido demócrata Hillary R. Clinton.
La prensa tradicional y sus encuestas le dan a Hillary una ventaja tal que no parece posible que un desconocido en la política pueda remontar.
El mensaje del ahora presidente Donald J Trump a su pueblo fue directo, habló con la verdad esa verdad que la mayoría silenciosa por años calló.
En su discurso reconoció lo que todos sabían y de lo que nadie se atrevía a hablar: les dijo su país económicamente estaba mal, que retrocedían en el campo militar y diplomático, que la pobreza avanzaba, que el desempleo crecía, que la inversión prefería otros países, la dependencia energética los hacía dependientes, que debían de bajarse los impuestos para ser competitivos y repatriar capital, que las regulaciones que impedían la inversión deberían ser abolidas, que los acuerdos comerciales vigentes debían cambiarse por acuerdos justos, en pocas palabras resumía todo en eslogan: “Hagamos América Grande de Nuevo”.
Con este discurso, aquellos que nuca habían votado, los que vivían lejos de la ciudad, el pueblo en masa empezó a acudir a los mítines de Donald Trump que pasaron a ser regularmente de decenas de miles asistentes, cuando lo normal era que los demócratas juntaran un par de cientos seguidores en hoteles gimnasios de escuelas.
Esta fue la fecha en que deje de pensar que el imperio caería, su pueblo había decidido que su cultura, tradiciones y valores religiosos debían prevalecer.
Tendremos imperio para rato, pero un imperio diferente pues su influencia mundial, nadie la puede negar. Diferente porque ahora el pueblo vuelve a tener poder, diferente porque este presidente dice: que es presidente de los EE. UU., no del mundo, diferente pues declara combatirá las drogas, diferente porque hará cumplir las leyes se cumplan, diferente porque no tolerará la migración ilegal, diferente porque no dejará que se abuse se sus trabajadores con tratados comerciales injustos, diferente porque sus veteranos serán tratados con justicia, diferente por combatirá la corrupción en Washington D. C.
A nadie que dedique diez minutos de su tiempo a investigar los logros de este gobierno puede escapar el progreso que un pueblo y un gobierno que les brinda oportunidad puede alcanzar.
Suele decirse que los EE. UU., estornuda a nosotros nos da gripe. Este estornudo amigos espero nos dé una enorme gripa.
Ahora nos llega a los salvadoreños la oportunidad de elegir en febrero 2019 nuestro destino, el arma más poderosa es el voto. ¿Deseamos continuar con está corrupción? ¿Con las pandillas y la violencia? ¿Sin crear fuentes de trabajo? O deseamos volver hacer aquel El Salvador del que se decía: ¡Si, es trabajador, es salvadoreño!
Tu voto es el que decide, si sigues engañado con votar por la izquierda o la derecha que por años te han engañado y robado la oportunidad de llevar bienestar a tu hogar o te arriesgas al cambio que te puede devolver el derecho de decidir tu destino.
La decisión es tuya, el voto es secreto.