viernes, 12 abril 2024
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Facts Checking en El Salvador. Parte II: Ataquen a Bukele

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"La orquestada y pomposa difusión de unos audios de El Faro, obtenidos mediante un acto delictivo y no con propósitos sanos de que se haga justicia, pues de ser así, se habrían remitido a la FGR, sino con el malévolo fin de empañar la campaña de GUERRA CONTRA LAS PANDILLAS": Oscar M. Peñate

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Por Oscar Martínez Peñate, doctor en ciencias sociales


Nayib Bukele no surge por generación espontánea en El Salvador, es producto del agotamiento de un modelo político consumido históricamente, repudiado por el pueblo dados los altos niveles de corrupción de ARENA y FMLN que gobernaron durante los 30 años de la guerra, la negociación y la post guerra, con la complicidad y cohonestados por Universidades, tanques de pensamiento, ONGs y gobiernos de países que hoy reclaman la vuelta a esos años.

Al ser un líder disruptivo dispuesto a realizar las transformaciones profundas que la ciudadanía salvadoreña reclamaba, tenía que chocar con ese viejo régimen. Los primeros en reclamarle fueron los sectores nacionales que vieron caer, uno a uno, sus privilegios. Ante las medidas de fuerza, urgentes y necesarias para derrumbar ese modelo, lo acusaron de dictador.

En USA lo aplaudían porque mostró su distanciamiento de regímenes como el de Nicaragua y Venezuela, a quienes junto con el narco gobierno hondureño, prohibió que asistieran a su toma de posesión como presidente, no obstante estar invitados por el saliente gobierno del FMLN.

Sin embargo, dentro y fuera del país creyeron que serían berrinches políticos de un joven millenial y que, con los días, volvería a ser más de lo mismo. No contaban con sus principios humanistas y sensibilidad social, que lo habían llevado a militar en el partido que se decía de izquierda, los cuales eran tan firmes y sólidos, como su experiencia y conocimiento del mundo empresarial. Por tanto, su visión de los cambios profundos no podía ser influenciada ni desde la izquierda corrupta ni desde la derecha codiciosa. Es entonces cuando ambos sectores forman una alianza para atacar desde adentro todas las acciones de Bukele, especialmente las que de manera categórica asumió valiente y oportunamente durante la pandemia de la COVID 19. En USA, el nuevo gobierno demócrata comenzó a verlo como un mal ejemplo en la región, por su acercamiento a China, y por haber puesto en su lugar al emisario Ricardo Zuniga, a quien se negó a recibir, por su preponte llegada a El Salvador, como pequeño pro cónsul.

En estos días hemos visto dos hechos que van perfilando la nueva estrategia de ataques contra el Presidente Bukele.

El primero, la orquestada y pomposa difusión de unos audios de El Faro, obtenidos mediante un acto delictivo y no con propósitos sanos de que se haga justicia, pues de ser así, se habrían remitido a la Fiscalía General de la Republica, sino con el malévolo fin de empañar la campaña de GUERRA CONTRA LAS PANDILLAS, que exitosamente está librando el Estado (Gobierno, FGR, Sistema Judicial) junto al pueblo trabajador y honrado).

No es coincidencia que cuando en El Salvador se reunían altos funcionarios de instituciones financieras y Bancos Centrales de 44 países, el coro de medios afines a esta alianza anti Bukele, incluyendo el diario El País de España, al unísono le dieran todo el volumen posible, no por el éxito de haber sacado de las calles a más de 30,000 pandilleros y asesinos, y tener ya en procesos judiciales a un 60% de ellos, sino a la versión de “SU FUENTE CONFIABLE” un cabecilla de una de las pandillas quien afirmaba que el gobierno no había cumplido un supuesto pacto con ellos y por eso habían desatado la matanza de finales de abril.

Rara coincidencia, que esa actividad criminal se realizara también cuando se dio la semana del Bitcoin City el año pasado, o cuando llegaron inversionistas de la talla de Ricardo Salinas y Daniel Baldwin. Las pandillas atacaron sin piedad y crearon la imagen del país violento e ingobernable que tanto promueven El Faro, LPG y EDH, así como sus voceros en USA y Europa.

Este nuevo ataque de El Faro desenmascara la inocente figura de un medio acosado y perseguido por un gobierno dictatorial, y lo coloca dentro de los enemigos del Presidente Bukele y del país. Como las pandillas no pueden atacar de nuevo, están acorraladas, encarceladas y en fuga; entonces… ataca El Faro.

El otro hecho, no menos alejado de esta estrategia, ha sido la “brillante iniciativa” del ultraderechista Bob Menéndez y uno cuantos desorientados congresistas, de querer imponer a nuestros países, que aun consideran su patio trasero (o delantero según Biden) un manual de cómo deben comportarse si desean ser considerados “democráticos y amigos de los Estados Unidos”.

Este senador, que no es trigo limpio y sobre quien pesan serios cargos de corrupción, no se ha enterado que están a punto de perder las próximas elecciones, entre otras cosas, por su errática política exterior. Comparar a El Salvador con Nicaragua y Venezuela solo lo puede hacer por ignorancia suprema o mala fe, pues como todo el mundo sabe, el gobierno de Nicaragua no fue invitado por Bukele y tiene refugiados a los dos fugitivos presidentes corruptos del FMLN; y con el régimen de Venezuela, Bukele además de invitarlo, rompió relaciones y reconoció a Guaidó.

Este senador que dirige el Comité de Exteriores no sabe leer geopolíticamente estos hechos, y en vez de tender puentes los dinamita con disparates como esa última iniciativa Con líderes como Menéndez los Demócratas tienen asegurada la derrota en noviembre y otra vergüenza más al perder su tradicional influencia en América Latina y el Caribe. Ya lo anuncia el fracaso de la Cumbre de las Américas del próximo mes en Los Ángeles.

En conclusión, CHEQUEANDO LOS HECHOS de estos días, podemos afirmar:

1, Si Bob Menéndez et al, siguen con esa torpe política de imposiciones, no hay duda que van directo a otro fracaso. No aprenden historia: recuerden Viet Nam, o el desastre causado en Irak y el Medio Oriente, o peor aún, la más reciente y bochornosa retirada de Afganistán.

2. El Salvador libra su batalla histórica más importante de este siglo. Derrotar militar, política, jurídica y socialmente a las pandillas y sus voceros, colaboradores o encubridores, es el objetivo final. Por años han tenido secuestrada a la sociedad y de rodillas al Estado, nos tenían sitiados por todos lados y a todo nivel. Todos estamos convocados a esta batalla, y todos sabemos cuál es el lado correcto. Como dice San Ignacio de Loyola, militar fundador de los jesuitas: “En una fortaleza sitiada cualquier disidencia es traición”. Presidente Nayib Bukele, Ud. está acompañado masivamente por el pueblo salvadoreño y todos estamos en Guerra contra las Pandillas.

El Faro, y sus aliados están en guerra contra el presidente Bukele.

Esos son los hechos.

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Oscar A. Martínez Peñate
Oscar A. Martínez Peñate
Escritor, politólogo y analista de la realidad nacional salvadoreña y centroamericana.

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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