Debido a que El Salvador es un país donde abunda la fauna y la flora, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) realiza un monitoreo de las especies en peligros de extinción. A esto se suman esfuerzos junto a otras instituciones para preservarlas.
El listado de especies en peligro de extinción fue actualizado en 2015 y se llama “Listado Oficial de Especies de Vida Silvestre Amenazadas o en Peligro de Extinción” y está registrado en el acuerdo ejecutivo en el ramo ambiental número 74, firmado por la actual titular del MARN, Lina Pohl.
La lista, según el documento oficial, se creó mediante consultas y estudios de carácter técnico, con el cual se registran los cambios en la taxonomía de las especies, cambios en categorías, inclusión y exclusión de ciertas especies de acuerdo a la situación poblacional y de dónde habitan.
El documento incluye los reptiles, entre ellos las tortuga carey, baule y golfina. El Salvador es el segundo país más importante, después de México, para la preservación de los quelonios. Las tortugas que se caracterizan por ser las responsables de mantener un equilibrio ecológico en las playas, por este motivo son también conocidas como las "jardineras del mar".
Entre las aves en peligro de extinción están el pato real, águila ceniza, gavilán pecho blanco, golondrina marina, colibrí, carpintero de dos golpes, loros, chocoyos y catalnicas; de estas tres especies recientemente el MARN junto a la Policía Nacional Civil (PNC) realizó un decomiso en diversos puntos de Barra de Santiago en el departamento de Ahuachapán.
Aves como las encontradas por las autoridades, son de vital importancia para el hábitat porque contribuyen a la regeneración de bosques al ser dispersores de semillas, aseguró el gerente de Vida Silvestre del MARN, Jorge García.
También en el listado se incluyen insectos como las libélulas y las mariposas en sus distintas especies. Asimismo se encuentran mamíferos acuáticos; peces, corales y moluscos.
El MARN trabaja por la preservación de estas especies y también lo hace el Fondo para la Iniciativa de las Américas (FIAES), esta última interviene con sus proyectos en lugares como el Lago de Coatepeque, Santa Ana.
En ese lugar de origen volcánico habitan 760 especies de plantas, de las cuales 58 están amenazadas de extinción y 14 en peligro de extinción; 21 especies de peces, 18 especies de anfibios y 38 especies de réptiles; además de 213 especies de aves, de estas 22 están consideradas en peligro de extinción.
Según el MARN, la categoría de Especie Amenazada de Extinción la establece la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) como “toda aquella que si bien no está en peligro de extinción a corto plazo, observa una notable continua baja en el tamaño y rango de distribución de sus poblaciones debido a sobre explotación, destrucción amplia del hábitat u otras modificaciones ambientales drásticas”.
Mientras que la Especie En Peligro de Extinción, la misma Convención la determina como “toda aquella cuyas poblaciones han sido reducidas a un nivel crítico o cuyo hábitat ha sido reducido tan drásticamente que se considera que está en inmediato peligro de desaparecer o ser exterminada en el territorio nacional y por lo tanto, requiere de medidas estrictas de protección o restauración”.