Luego de que Corea del Norte anunciara el éxito de su sexto ensayo nuclear al lanzar un misil balístico intercontinental, el Gobierno de Estados Unidos ha puesto en alerta sus planes de contingencia con los que pretenden detonar cualquier misil dirigido a su país.
Para contrarrestar un posible ataque, Estados Unidos usaría sus sistemas GMD (Defensa en Trayectoria Intermedia con Base en Tierra, por sus siglas en inglés).
Dicho escudo permitiría al gobierno norteamericano detectar misiles en su dirección durante su recorrido y enviarían un Vehículo Destructor Exoatmosférico (EKV, en inglés) que destruiría la amenaza mientras esta todavía esté en el aire.
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Según la información presentada por Pyongyang, mediante un ataque de dichas características, Corea del Norte podría alcanzar la mayor parte del territorio estadounidense, incluidas grandes ciudades como Los Ángeles o Chicago.
El progreso aparentemente veloz de Corea del Norte en el desarrollo de armas nucleares y misiles capaces de alcanzar el territorio continental estadounidense ha incrementado las tensiones, en medio de la hostilidad verbal entre Pyongyang y Washington, lo que pone nerviosas a las potencias regionales y a los inversores globales.
