Además habla de las andanzas del joven Ernesto Interiano (1 septiembre 1917-16 diciembre 1943), quien era algo así como un justiciero de los perros, bolos, o mendigos. De clase alta, pero con un corazón noble. Se convirtió en enemigo número uno de la dictadura de Hernández Martínez. “Los mendigos me amaban” es un libro que recientemente publicó el MUPI, sobre la azarosa vida de este joven que para la señora Toni “él era un gentleman”.