Un intercambio de balas entre miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) y estructuras pandilleriles dejó como resultado a cuatro presuntos pandilleros fallecidos en el municipio de San Pedro Masahuat, departamento de La Paz, confirmó este martes la Fiscalía General de la República (FGR).
Los fallecidos fueron identificados como: Carlos Antonio García, de 30 años de edad; Alejandro Emilio Escamilla, de 24 años, Alexis Ernesto Santos Cruz, de 19 años de edad y Wilber Leonel Hernández, de 21 años, según fuentes policiales.
El municipio referido es asediado por la mara salvatrucha y son los principales responsables del cometimiento de homicidios y extorsiones de dicha zona, según información oficial.
La guerra no declarada sigue imparable, el pasado 24 de octubre, seis pandilleros fueron abatidos a balazos durante un intercambio de disparos con la PNC en el municipio de Olocuilta, departamento de La Paz.
En 2015, año en que El Salvador se convirtió en el más violento de Centroamérica, murieron de forma violenta 64 policías y un total de 1.546 presuntos pandilleros (estadística solo de cadáveres identificados), según fuentes oficiales.
Las autoridades de seguridad son contundentes al declarar que los enfrentamientos han aumentado considerablemente en 2016 en comparación a los ocurridos en 2015, debido a la represión que la PNC y fuerza Armada ejercen ante grupos delictivos.
Anteriormente, el analista, Ignacio Cano, coordinador del Laboratorio de Análisis de Violencia de la Universidad de Río de Janeiro, Brasil manifestó que los enfrentamientos armados son legítimos cuando dejan como resultado más capturados que fallecidos.
“El darle a la policía la posibilidad de usar sin control y de forma ilegal la fuerza, siempre resulta en caso de muertes de inocentes. Un círculo de venganzas mutuas se ha desatado y nadie puede salir victorioso”, dijo Cano en esa ocasión.