El sastre Gordon Millings, que siendo un joven aprendiz hizo cientos de trajes para los Beatles con su padre, sigue siendo un fan fiel de la banda a sus 73 años.
"Siempre seré fan de los Beatles", afirmó en el marco de una feria sobre el mundo de la moda en Alemania. Los Millings confeccionaron en los años 60 los estrechos trajes sin solapas que marcaron la imagen de los músicos en los primeros años de éxito. En total elaboraron unos 700 trajes para ellos, y Millings recuerda que el más interesado en la moda era Paul McCartney.
"De cada traje hacíamos uno de reserva", explica este británico, que empezó en el negocio con 17 años. El entusiasmo por los cuatro de Liverpool era tal que a veces la ropa no volvía entera de la tintorería: les faltaban botones, un pantalón había desaparecido. "Los fans era tremendos", recuerda.
La mayoría de sus encuentros con los músicos se hacían en privado, pero cuando la banda fue a visitar su sastrería cierta vez en la calle Savile Row de Londres, se congregó una masa tal de admiradores que hubo que llamar a la Policía para poder sacar a los Beatles de allí, ya que no había puerta trasera.
Con el disco "Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band" los músicos cambiaron de estilo en 1967 para vestir uniformes coloridos de fantasía, y con ello también de sastre.